—¿Qué es esto? —preguntó Annette.
—Un regalo para ti. Ábrelo.
Annette abrió la caja y vio un lindo adorno para móviles.
Lo sacó y lo miró, frunciendo el ceño.
—Mira su cara. ¿A quién se parece? —dijo Connor.
—¿No eres tú? —soltó una carcajada Annette después de echar un vistazo.
—Pedí a alguien que lo hiciera —Connor sacó su teléfono y lo agitó frente a ella—. También hice una versión mini de ti.
Annette se tapó la boca y se rió. Parecía que Connor se volvía cada vez más infantil.
Estaba a punto de meter la muñeca en su bolso.
—¿Vas a guardar mi regalo? —dijo Connor descontento.
—Pensaba ponerlo en mi teléfono al llegar a casa —dijo Annette.
—Dámelo.
Annette le entregó su celular y la muñeca.
Connor llamó al camarero para conseguir las herramientas.
Pronto, le devolvió el teléfono con la muñeca colgando. Dijo seriamente:
—Debes cuidar bien de 'mí', ¿vale?
—Lo haré si se porta bien —Annette levantó la mano y acarició la cara de la muñeca.