Annette estaba en un sueño. Sintió que alguien la levantaba, le lavaba el cuerpo y luego la colocaba en la cama.
Parecía que alguien le había dicho buenas noches. La voz era a la vez familiar y extraña.
Cayó en un sueño profundo.
Cuando sonó el teléfono, Annette se volteó para buscarlo con la mano.
Sin embargo, antes de que pudiera encontrar su teléfono, se dio cuenta de que había alguien acostado junto a ella.
Su mano se movió hacia abajo y abrió los ojos conmocionada.
Entonces, Annette vio el rostro guapo de Connor.
Retiró su mano y se sentó de golpe.
No era extraño que él durmiera a su lado.
¡Pero esta vez, ella estaba desnuda, lo cual la sorprendió mucho!
—Buenos días —Connor abrió los ojos con calma y le dijo como si nada hubiera pasado anoche.
—Buenos días —Annette tragó saliva y dijo—. ¿Por qué no llevas nada puesto?
—Tú tampoco —Connor respondió.