—Ya te levantaste —preguntó él.
Annette desvió la mirada de sus abdominales marcados.
Al levantar la mirada, vio un gran moretón en el hombro de Connor.
—Tienes un moretón en el hombro. Me pregunto qué parte de lo que dices es verdad y qué parte es mentira —dijo frunciendo el ceño.
Connor estaba tranquilo.
—Todo lo que te he dicho es verdad. Estoy herido, pero no es nada serio.
Señaló hacia la cocina y preguntó:
—¿Qué hay para desayunar?
Annette bufó.
—¡Nada! —Se giró y entró a la cocina con un rostro ensombrecido.
Durante el desayuno, Annette pensó en algo.
—¿Qué piensas de Jessica?
—¿Jessica? ¿Quién? —preguntó Connor.
—La hija del Alfa de la Manada de Espina Negra. ¿Nunca has conocido a Jessica antes? —contestó Annette.
—¿Qué quieres preguntar?
—Bueno, desde la perspectiva de un hombre, ¿qué piensas de ella? —preguntó Annette.
Connor dijo sin pensar:
—Se ha hecho cirugía plástica. La forma en que habla es pretenciosa.
Annette dijo sorprendida: