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Temprano el sábado por la mañana, Annette estaba apenas despierta cuando su teléfono comenzó a sonar.
Creía que era la alarma, así que extendió la mano y detuvo el timbre del teléfono.
Sin embargo, unos minutos después, su teléfono sonó de nuevo.
Abrió los ojos y agarró el teléfono. Era una llamada de Marcus.
Descolgó y escuchó la voz de Marcus.
—Luna Annette, ¿por qué me colgaste? ¿Todavía estás dormida? —preguntó.
Ella pensó, «¿Luna Annette? Qué trato tan brusco».
—Marcus, no soy la pareja de Connor —aclaró Annette.
—Está bien. ¿Cuándo estarás aquí? —continuó Marcus.
Annette frunció el ceño y preguntó:
—¿Dónde?
—Todos vamos a ir a las afueras hoy. Seguro que Connor te lo dijo, ¿no es así? —dijo Marcus.
Annette se quedó atónita. Se había olvidado por completo de eso.
—Vayan ustedes. Tengo otras cosas que hacer hoy —Annette quería descansar tranquilamente en casa.