—Señorita Hall, no sé de qué manada provienes. Creo que una mujer tan distinguida como tú debe ser hija de un Alfa —dijo Lucas cortésmente.
Al escuchar las palabras de Lucas, Annette apretó los puños ligeramente.
—Soy una errante —dijo ella.
Tan pronto como terminó de hablar, una pizca de sorpresa cruzó el rostro de Lucas.
Mientras estaban en silencio, Connor de repente dijo:
—Lucas, los padres de Ann ya no están, así que sugiero que dejemos este tema de ahora en adelante.
La expresión de Lucas volvió a la normalidad. Asintió y dijo:
—Señorita Hall, lo siento. He sido grosero.
Annette sonrió y negó con la cabeza, indicando que estaba bien.
Lucas levantó la muñeca para comprobar la hora y dijo:
—Se está haciendo tarde. ¿Deberíamos entrar y descansar?
Connor se levantó, empujó la silla de ruedas de Lucas y dijo a Annette:
—Entra y dile a Alina que voy a llevar a Lucas de vuelta. Pídele que se prepare.
—Vale —Annette entró primero en la villa.