El titular en la primera página del periódico era impactante: Rumores en Nueva York: La vida privada de una celebridad falsa.
El artículo no era largo, y Emilie era descrita como la señorita Wolseley. Pero introducía su trasfondo detalladamente.
Todo su mal comportamiento cuando estudiaba en el extranjero fue revelado.
Lo más ridículo era que el reportero de un periódico tan grande solo cubrió su cabello con mosaicos.
Su rostro estaba claro. Cada foto mostraba su rostro. Tenía diferentes posturas en las fotos. Lo peor, había una foto, donde era íntima con tres hombres. Parecía tan audaz.
Emilie estaba tan enojada que su rostro se puso rojo y luego pálido. Aprieta los dientes y dice:
—¿Qué tipo de estúpida agencia de noticias es esta? ¿Cómo se atreven a invadir mi privacidad? ¡Los denunciaré!
Dylan se burló:
—¿Puedes demandar a todos? Hay noticias más impactantes sobre ti en Internet. No esperaba que fueras tan mala chica. Tú perra.