—Mirando los ojos hostiles de Yvette, Lance sintió dolor por todo el cuerpo.
—¡Él era el padre de Isabel!
—Sin embargo, era tratado como un enemigo.
—Yvette era tan cruel con él...
—Al ver que Yvette estaba tan nerviosa que le temblaban las manos, Isabel pensó que Yvette estaba enojada, así que comenzó a llorar.
—Mamá, lo siento. Papá, um, no, él no me está llevando. Es solo que me gusta su abrazo. No te enojes con él, ¿vale?
—Cuando vio a Isabel llorar, los ojos de Yvette se humedecieron.
—Las lágrimas cayeron.
—Después de recuperar su memoria, se sintió como una neurótica.
—Estaba preocupada por todo, preocupada de que Lance arrebataría a su hija.
—Sabía lo poderoso que era Lance. Mientras él quisiera, podría hacerlo.
—Belle...
—Yvette dejó que Isabel se apoyara en su hombro, tratando de contener las lágrimas, y dijo con los ojos rojos.
—Mamá no está enojada. Lo siento, cariño. Controlaré mis emociones.