Marlon abrió la carpeta, que contenía documentos encriptados.
Levantó la vista hacia las palabras llamativas, que oscurecieron su rostro.
—¡Era el testamento de Lance!
Marlon lo revisó y frunció el ceño.
Marlon devolvió los documentos. Su ánimo de sorpresa todavía era algo difícil de calmar.
—¿Quieres darle el 80% de tus acciones a Yvette? —preguntó Marlon.
—Así es. El testamento ha sido verificado. No te preocupes. Nunca habrá un cambio —afirmó Lance.
Marlon estaba conmocionado.
Le dio el 80% de sus acciones a Yvette y el 20% restante a Tanya.
Marlon más o menos sabía de esto.
No era que Lance tratara mejor a Yvette que a Tanya, sino que Tanya misma poseía el 6% de las acciones del Grupo Wolseley.
Con este 20% de participación, la participación accionaria de Tanya definitivamente superaba la de Yvette.
Pero esto era suficiente para shockear a Marlon.
Lance así le dio miles de millones de dólares en activos a Yvette.
Lance dijo sinceramente: