—¿No son esas buenas noticias? —preguntó confundida Yvette.
En realidad, Yvette le había dicho a Yazmin que Lance y ella se estaban divorciando porque ya no podía soportar la molesta voz de Yazmin. Yvette se sentía mucho mejor sin escuchar la voz de Yazmin.
Lance se quedó en silencio con su apuesto pero frío rostro.
El corazón de Yvette se hundió. Sentía que Lance la odiaba aún más.
Yvette pensó: «Afortunadamente, todo está por terminar».
Será mejor que cierre la boca.
Pronto, Lance y Yvette llegaron a la casa de los Wolseley.
Lance y Yvette habían acordado venir mientras Jaiden estaba tomando una siesta.
Tanya había estado esperando a Yvette. Tanya saludó a Yvette con calidez y la llevó adentro.
Tanya y Yvette entraron juntas al salón. Tanya abrazó a Yvette con cariño.
—Parece que has perdido peso, querida. Lance, ¿por qué no cuidaste bien de Yvette? —Tanya rodeó el rostro de Yvette con sus manos y dijo.
Lance puso cara larga.