Las palabras del hombre detuvieron a Yvette en seco.
Ella se giró sorprendida y preguntó —¿En serio?
La alegría en sus ojos era demasiado deslumbrante.
Lance asintió sombríamente, una tristeza cruzó por su mirada.
Yvette no esperaba encontrar una cosa tan buena temprano en la mañana —dijo felizmente—. Entonces espera por mí.
No había traído los documentos para el divorcio, así que tuvo que volver a buscarlos.
La mujer se giró y caminó feliz como si hubiera sido liberada.
Esta escena hizo que el corazón del hombre volviera a doler.
Recientemente, su corazón había estado latiendo con dolor de vez en cuando. Era difícil de suprimir.
Se preguntaba si había algo mal con su corazón.
Sin embargo, acababa de hacerse un examen físico y no hay problemas con su cuerpo.
Cuando Yvette salió felizmente con los documentos, los ojos del hombre se oscurecieron y aflojó su corbata, lo que le impedía respirar. Su tono también se volvió pesado.
—Tengo dos condiciones.