—¿Necesitas ayuda con eso? —No me había dado cuenta de que estaba forcejeando con los cordones en la parte trasera de mi vestido hasta que la voz de Xander llenó la habitación. Sentí sus dedos en mi espalda, la punta de sus dedos rozaba mi piel mientras desataba cada tira. Mi corpiño se soltó y sujeté mis senos para evitar que mi vestido cayera mientras me giraba para enfrentarlo.
—Quería agradecerle, pero antes de que pudiera decir algo, él preguntó:
—¿Alguien mencionó la marca?
—La recorrió con su dedo, la sensación de su piel sobre la mía enviando un escalofrío de calor a través de mi ser.
—Estoy segura de que la gente vio.
—¿Y qué crees que dirán?
—Realmente no me importa —susurré, cerrando los ojos mientras él continuaba deslizando su tacto sobre mi marca, luego mi clavícula.
—Eso es una novedad —dijo él con un suspiro, un atisbo de diversión en su voz.