Ellsworth me invitó a desayunar a la mañana siguiente. Brook no estaba allí y tuve la sensación de que quería hablar conmigo a solas. Estaba bien, Brook ya conocía el plan.
Me senté y tomé un plato de panqueques. El Alpha Ellsworth me observó echarle jarabe y me sirvió un vaso de jugo de naranja antes de hablar.
—Entonces, ¿hablaste con Brook? A veces puede ser tan terca como yo —dijo, riendo hasta que sus mejillas se pusieron rojas.
—Brook y yo hablamos y la he convencido de que Jake no es el adecuado para ella. Ha aceptado ponerte a ti en primer lugar —dije, asintiendo mientras alcanzaba mi jugo de naranja.
—Vaya —respondió el Alpha Ellsworth, mirándome un momento más y luego sonrió ampliamente—. Eso parece... demasiado fácil según lo bien que conozco a mi hija.