—Maeve dormía profundamente a mi lado, Will y Charlie enredados en sus brazos. Oliver dormía sobre mi pecho desnudo, con la boca en movimiento de succión mientras dormía —apoyé mi mano sobre su espalda y cerré los ojos un momento. Oli pareció fundirse en mí, sucumbiendo al sueño completo conforme pasaban los minutos.
No era muy tarde, pero hacer que los tres chicos se durmieran era una tarea agotadora. No era extraño que uno, o ambos, nos quedáramos dormidos con los niños mientras intentábamos seguir su rutina de acostarse.
Esperé algunos minutos más antes de levantarme despacio de la cama, cuidando de no despertar a ningún miembro de mi familia dormida. Acaricié suavemente la espalda de Oli mientras cruzaba la habitación hacia donde estaba su cama, que era sólo un colchón individual con una baranda alrededor, como una cuna grande.