Punto de vista de Catherine
Eran las diez de la noche.
Ayudé a Hedwig y Noah a bañarse y les leí cuentos antes de dormir a Hedwig.
—Papá aún no ha regresado. ¡Es tan tarde! —Hedwig había tomado una siesta, y aunque ahora se sentía somnolienta, no quería quedarse dormida al darse cuenta de que Blake aún no había regresado.
Acaricié su cabeza y la consolé con suavidad. —Hedwig, puede que papá esté ocupado con algo importante, así que regresará tarde. Vete a dormir. Puedes jugar con tu papá en tus sueños, ¿de acuerdo?
—Mami, ¿papá está en peligro? —Hedwig estaba muy preocupada. Parpadeó.
Me reí. —Tu papá es el Rey Licántropo. No le pasará nada. No te preocupes. Solo duérmete.
—No puedo. ¡Lo extraño! —Hedwig hizo un puchero y lo dijo de manera lastimosa.
—Entonces mamá te cantará para que duermas, ¿de acuerdo? —Pensé en una solución.
—Bueno, mami, puedes intentarlo. No sé si podré dormir —Hedwig cedió y decidió escucharme cantar.
Comencé a tararear algunas canciones de cuna.