Punto de vista de Emily
Miré a Kelly, que estaba observándome mientras se sentaba en el asiento del conductor. Parecía exhausta, pero ya no podía ver el miedo que vi en sus ojos anoche. Arranqué el motor y me alejé mientras llamaba a alguien y me ponía un auricular.
—¿Hola? —La estoy dejando ahora. —¿Está bien? No está herida, ¿verdad? Rodé los ojos y eché un vistazo al espejo lateral una vez más. Kelly ahora está cerrando la puerta. —Está bien. Ya te lo dije anoche. No está herida. Escuché como él suspiraba aliviado. Simplemente sacudí la cabeza y sonreí con sarcasmo. —La trataste bien, ¿verdad? Te advierto, si no lo hiciste, iré tras de ti. Bufé.