Punto de vista de Kelly
—Próxima —dije mientras masajeaba mi frente. Estaba entrevistando solicitantes, buscando a alguien apto para ser mi secretario.
Agarré el formulario del solicitante y mis labios formaron una O después de reconocer dos caras familiares. La felicidad llenó mi corazón mientras anticipaba verlas y hablar con ellas de nuevo.
Presioné el intercomunicador. —Señora Taylor, deje entrar a los últimos dos solicitantes.
Cuando la puerta se abrió de golpe, vi a Yara y a Ana mirándose con un ceño fruncido. Me reí entre dientes y me puse de pie.
—¡Yara! ¡Ana!
Ambas me miraron. Sonreí aún más y las abracé. Ellas me abrazaron también. Incluso escuché a Yara sollozando.
—¡Kelly!
—Kelly, renuncié a mi trabajo por ti. ¡Por favor, contrátame! —Ana suplicaba y yo solté una risita.
Yara alzó su brazo y sonrió. —Tengo más experiencia que ella, Kelly. Fui tu asistente en la tienda.
Sonreí a Yara. —La tienda... ¿Qué pasó con la tienda?