—¿Quién es? —preguntó Layla, notando el profundo ceño de Lucio.
—Sylvia —respondió Lucio, su voz teñida de sorpresa.
—Pensé que estaba molesta contigo —señaló Layla, su mirada se estrechó—. No esperaba que te estuviera enviando mensajes de texto.
Lucio exhaló lentamente con una expresión incierta en su rostro. —Yo pensaba lo mismo —murmuró, claramente desconcertado por el mensaje inesperado.
El tono de Layla se suavizó con preocupación. —Deberías ver cómo está, si está bien —sugirió—. Después de todo, es la hermana de tu amigo.
—Sylvia no debería haberme enviado un mensaje porque eso fue lo que le dijo a Roger. Que no la siguiera a los estados. Siento que hay algo más —dijo Lucio.
—¿Quieres decir que alguien la está amenazando? —Layla arqueó sus cejas.
—Más o menos. Pero aún no estoy seguro —respondió Lucio—. Necesito verificar primero —afirmó.