—Señora, no debería ver a Roderick cuando el Jefe no está presente —le aconsejó Aiden.
—No quería que la gente empezara a chismear sobre ello —dijo Layla. Se detuvo frente a su coche y le dijo a Aiden que conduciría hasta Lucio sola—. Estaré feliz si me proporcionas el informe sobre el proyecto que he tomado para esta tarde —declaró.
—Claro, lo haré. Sin embargo, te acompañaré hasta el lugar de trabajo del Jefe —se ofreció Aiden.
—No te preocupes. No está lejos y es de día —dijo Layla. Recordó las palabras de la madre de Lucio, quien quería verla sin que Lucio lo supiera. Aunque Layla había planeado hablarle de ello a Lucio más tarde, por ahora, tenía que ir sola.
—Claro —asintió Aiden y dio un paso atrás después de abrirle a Layla el asiento del conductor. Ella le agradeció y se marchó.
Aiden tocó el bluetooth. —Mantente cerca de la Señora —dijo y entró.