—Un grupo de retrasados...
—Una voz despectiva hizo que los piratas miraran hacia allá con ira y casi se lanzaran al ataque, pero Bobby se mantuvo tranquilo.
Afortunadamente, ambos líderes contuvieron a sus grupos para que no pelearan fácilmente.
Los Piratas Carmesíes y los miembros de la alianza de la bahía ondulada miraban extrañamente hacia Bobby.
Después de todo, la cadena de pensamiento para romper el arreglo la había dado él y el fracaso de justo entonces hizo que todos se sintieran insatisfechos hacia Bobby y Amelia.
—¿Qué hacemos ahora? —preguntó Ami preocupada.
—Sería mejor enviar a alguien del reino de medio paso del Espíritu Verdadero que pudiera usar su verdadera Fuerza para protegerse —dijo Bobby.
Cuando los otros escucharon esto, se dieron cuenta de que habían sido tontos y que no era culpa de Bobby ni de Amelia.
—Al mismo tiempo que te aseguras de fluir con la corriente, también tienes que usar tu verdadera Fuerza como escudo todo el tiempo —explicó Bobby.