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La Prueba de la Cresta Flotante había entrado en sus últimas etapas, y alguien tan fuerte como Johan, que había alcanzado la cima del quinto cielo y estaba a medio paso del sexto Cielo, se sentía bajo una presión extrema. Era el octavo día de la persecución, que era el día 26 del juicio. Johan estaba sin aliento porque había estado corriendo durante 8 días seguidos, y gotas frías de sudor le corrían por la frente. El monstruo detrás de él era lento en comparación con él, pero después de haber sido perseguido durante más de una semana, incluso él no podía soportarlo mucho más. Antes de irse, había preparado algunas píldoras para darle fuerza, pero después de comerlas continuamente, sus efectos disminuyeron. Ya no se trataba de recuperar energía, sino de salvar su vida.
