En un instante, Bobby y Frank intercambiaron golpes, su colisión obligó al Batallón de la Guardia del Cielo a retroceder. —¡Dedo Estelar! —Sin dudarlo, Bobby avanzó, su ojo izquierdo descifrando los cambios en la fuerza interior y el flujo sanguíneo de Frank. El Dedo Estelar de Bobby había alcanzado el pico del cuarto nivel, permitiéndole lanzar más de diez haces de luz desde las yemas de sus dedos en apenas segundos, cada haz liberado con precisión para maximizar el daño. Bobby y Frank estaban igualados en fuerza, aunque Frank tenía la ventaja en la cultivación con su habilidad para lanzar ataques a larga distancia. Sin embargo, el Dedo Estelar espacial de Bobby era una habilidad que podía equipararse con las del séptimo rango. En términos de velocidad de ataque, Bobby era más rápido, atacando sin descanso sin darle a Frank ningún respiro.