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—Jeje, por supuesto, Hermano Xiao. O qué tal esto: ya no te molestes en ir a clases, ¡y podríamos jugar en su lugar! Lo que no entiendas, puedo enseñarte. Seguramente mis explicaciones son mucho mejores que las de los profesores, jeje —dijo ella.
—Um...
—¡Jeje, solo bromeaba! Aún quiero ver al Hermano Xiao patear gente en clase, así que, por supuesto, deberías venir —agregó con una risa.
...
La mente de Xiao Yi estaba sudando a cántaros. ¿Por qué esta chica parecía tener tendencias tan violentas, tan obsesionada con la idea de patear personas?
—Hermano Xiao, ¿de dónde eres? —preguntó ella.
—Daling Village —respondió Xiao Yi.
En medio de su tormento mental, Xiao Yi finalmente encontró una pregunta de Zeng Xiaoxiao que podía responder normalmente.
—¿Dónde está Daling Village? —esta vez, le tocó a Zeng Xiaoxiao quedarse sin palabras, mirando a Xiao Yi con los ojos muy abiertos.
—Está al pie de Daling Mountain —respondió Xiao Yi seriamente.