—Maldito sea, eres tú, pedazo de mierda, acosando a mi hermana, ¿verdad? —Lo agarró por el cuello.
—Hermano, no lo hagas... —Al ver a Tang Long hacer un movimiento, Tang Beibei entró en pánico.
—Beibei, no tengas miedo. Tu hermano te defenderá. ¿Es él? —Tang Long gritó furiosamente.
—Debes ser el hermano de Tang Beibei, Tang Long, ¿cierto? Te conozco. Será mejor que me sueltes amablemente, o no puedo garantizar tu supervivencia —En ese momento, He Lun no mostró ni un atisbo de miedo, sino una sonrisa burlona en su lugar.
—Pedazo de mierda, tienes agallas, actuando tan osado frente a mí —Estas palabras solo sirvieron para enfurecer más a Tang Long.
—Ja, no eres nada —He Lun se rió despectivamente—. Será mejor que le preguntes a tu hermana quién soy. ¿Crees que puedes ponerme una mano encima? —Pregúntale a tu madre.