Familia Zhao en la ciudad provincial.
En una habitación, Zhou Yu yacía en la cama, inconsciente, y a su alrededor, más de una docena de doctores lo examinaban con varios instrumentos.
Zhao Jianlong y Zhao Fei'er, entre otros, esperaban ansiosos al lado.
La cara de Zhao Jianlong estaba llena de ansiedad.
—Fei'er, ¿estás segura de que no pasó nada y nadie irrumpió en el salón ancestral? —preguntó Zhao Jianlong con voz temblorosa.
Los ojos de Zhao Fei'er se enrojecieron mientras hablaba:
—Bisabuelo, estoy completamente segura, estuve en la puerta todo el tiempo, nunca me fui, nadie se acercó al salón ancestral —su voz se quebraba por la emoción.
—¿Entonces cómo pudo Zhou Yu de repente quedar así? —la preocupación era evidente en la pregunta.
—¿Dijo algo? —insistió Zhao Jianlong.
—Él... parecía que sí, pero no lo escuché claramente —respondió ella, con la mirada perdida en el suelo.
Mientras Zhao Fei'er hablaba, las lágrimas ya habían comenzado a deslizarse por su cara.