Liu Zongsen echó un vistazo a la multitud, y con un destello en sus ojos, dijo:
—Pienso que el Sr. Yang Tianpeng es la persona más adecuada.
—Como enviado especial del Salón de Castigo, ya ejerce gran poder y tiene prestigio, lo que lo hace el candidato perfecto para este puesto.
Yang Tianpeng era el firme soporte de la Familia Liu, y su nombramiento beneficiaría naturalmente a la Familia Liu.
Sin embargo, antes de que alguien pudiera responder, Yang Tianpeng hizo un gesto con la mano.
—No soy adecuado para ello. Estoy bajo estrecha vigilancia de Qi Guochang, y si tomo este asiento, me temo que él me obstaculizará en cada paso.
Al oír las palabras de Yang Tianpeng, todos sintieron un escalofrío en el corazón.
En efecto.
Detrás de Zhou Yu estaba Qi Guochang, y quienquiera que tomara este puesto tendría que enfrentarse a él.
No era un asiento que cualquiera pudiera ocupar.
Si las cosas salían mal, podría significar la ruina de la propia familia.
