Fuera de la cueva.
El Señor Quan estaba parado con las manos detrás de su espalda, su rostro mostraba una expresión arrogante.
Desde el denso bosque no muy lejos, una figura demacrada salió.
Este hombre parecía estar en sus cuarenta años tempranos, de unos seis pies de altura, con cabello gris y desordenado, y emitía un aura que infundía miedo en los demás.
Sorprendentemente, el hombre solo tenía un brazo derecho.
Al ver al hombre de un brazo, el Señor Quan soltó una burla despectiva y dijo fríamente,
—Soy Quan Yulong del Salón de Castigo. ¿Quién eres tú?
El hombre de un brazo respondió con indiferencia,
—¡Tian Qiong!
—Todos los artistas marciales del mundo están bajo la jurisdicción del Pabellón del Artista Marcial. Te atreves a atacar unilateralmente a un miembro del Pabellón. Eso es un delito capital. Arrodíllate y acepta tu muerte de inmediato. —dijo Quan Yulong.
Tian Qiong miró a Quan Yulong y, sin decir una palabra, hizo su movimiento.