Al pensar en esto, Jieru no pudo evitar la oleada de tristeza en su corazón, lágrimas brotaron de sus ojos mientras se lanzaba al abrazo de Liang Fei y sollozaba incontrolablemente —Hermano Afei, en realidad entiendo lo que estás pensando. No es que no quieras ser médico, ni que no quieras quedarte en la ciudad. Es porque estás preocupado por el Tío...
—Jieru...
Jieru de repente se lanzó a sus brazos. Tal contacto íntimo e inesperado tomó completamente por sorpresa a Liang Fei.
Pero después de escuchar sus palabras dolorosas, Liang Fei se conmovió emocionalmente, aunque no sabía cómo responder. Solo pudo acariciarle suavemente el hombro para confortarla —Jieru, por favor créeme, incluso si estoy en el campo, la carrera que desarrolle será ciertamente considerada con respeto.
—Mhm, Hermano Afei, ¡te creo!