—¿Qué? —Giggs se quedó atónito, sin comprender del todo el significado detrás de las palabras de Hao Jian.
—Tu aprendiz está seguro de que puede derrotar a nuestros jugadores de ajedrez de Huaxia en diez turnos, así que permíteme decir lo mismo ahora, en diez turnos, ¡tu derrota es segura! —dijo Hao Jian seriamente.
—¿Y si no lo consigues? —El rostro de Giggs se volvió frío.
—Entonces, me arrodillaré y lameré tus zapatos de cuero. —Hao Jian respondió con una risita.
—Bien, entonces prepárate para lamer zapatos. —resopló Giggs enojado.
—Espera, es un poco aburrido si solo yo hago una apuesta, ¿no crees? Si pierdes, ¿cuál será tu castigo? —Hao Jian preguntó, arqueando una ceja.
Al ver a Hao Jian así, Che Xiaoxiao supo que este malvado estaba recurriendo a sus viejos trucos otra vez.
Al oír esto, Giggs dudó por un momento, ya que Benjamin acababa de ser obligado a arrodillarse porque aceptó una apuesta con Hao Jian, así que ver a Hao Jian repetir la táctica lo hizo cauteloso.