Hao Jian se mantuvo tranquilo y no se dirigió directamente a casa. En su lugar, cambió su ruta, caminando hacia un callejón poco poblado.
—Jefe, este chico está entrando en un callejón oscuro. ¿Podría ser que nos haya descubierto? —En la oscuridad de la noche, varias sombras aparecieron, todas confundidas mientras observaban la dirección en la que Hao Jian había desaparecido.
Sabían que la casa de Hao Jian no estaba allí, y su comportamiento parecía ser un cebo deliberado para que lo siguieran.
—¡Vamos a echar un vistazo! —ordenó un hombre con voz ronca al frente.
El grupo avanzó rápidamente, apresurándose a seguirlo.
Pero cuando entraron en el callejón, encontraron que Hao Jian había desaparecido sin dejar rastro.
—¿Dónde está? —El hombre estaba desconcertado y se le cambió el color. Era un callejón sin salida, sin escapatoria—¿cómo podría haber desaparecido Hao Jian así como así?