Shu Yuntu pensó cuidadosamente y encontró cierta razón en ello.
Después de todo, incluso si él se hiciera cargo de la compañía, no sabría cómo gestionarla—había una buena posibilidad de que incluso pudiera hacer que la compañía perdiera dinero.
—Entonces, ¿qué tal si me das algunas acciones? No pido demasiado, solo un cinco por ciento —dijo Shu Yuntu.
Comparado con tomar el control de la compañía, obtener acciones era más beneficioso. Aunque era analfabeto, sabía que ser dueño de acciones le permitiría recibir dividendos.
—¿No es mucho? El cinco por ciento de las acciones de Fanzhuo podría venderse por más de mil millones en el mercado. Tu solicitud no es excesiva en absoluto —Shu Ya se burló de él, lo cual era bastante una demanda de león.
No era culpa de Shu Yuntu como un analfabetismo, él pensaba que el cinco por ciento era muy poco, pero no tenía idea de cuánto valía ese cinco por ciento.