En ese momento, Hao Jian estaba sentado tranquilamente en el Little Bumblebee de Che Xiaoxiao, fumando un cigarrillo. Observaba cómo el coche de Liang Jiankun desaparecía lentamente de su vista pero no parecía estar ni un poco tenso.
Admitió que las habilidades de conducción de Liang Jiankun eran realmente buenas, su derrape y manejo en curvas estaban bien ejecutados.
Pero eso era todo, simplemente bueno.
—Parece que es hora de ponerse serios. Te he dejado liderar tanto tiempo, no se puede considerar que te estoy intimidando ahora, ¿verdad? —dijo Hao Jian.
Hao Jian soltó una risa, arrojó la colilla del cigarrillo fuera del coche, y su rostro de repente adoptó un aspecto decidido.
—¡Ka! —exclamó Hao Jian.
Con el acelerador a fondo, la palanca de cambios encajada en su lugar, y el volante girando locamente, el coche comenzó a agitarse inquieto, transformándose en un relámpago amarillo que estalló y se zambulló en la curva.
