—¿Qué, Hao Jian, estás loco! ¿Por qué usarías a Shanshan como apuesta? —El rostro bonito de Che Xiaoxiao estaba lleno de sorpresa y enojo; esto era demasiado. ¿Qué pasaría si perdían? ¿No sufriría también Yuan Shanshan?
—Yuan Shanshan miró a Hao Jian con asombro, sus ojos llenos de decepción y enojo.
—Confía en mí —Hao Jian se giró, mirando a Yuan Shanshan con total seriedad.
En ese momento, Yuan Shanshan sintió como si viera fuegos ardientes de furia en los ojos de Hao Jian, lo que la asustó haciéndola agachar rápidamente la cabeza, su corazón latiendo fuertemente. Incapaz de soportar una mirada tan intensa, solo pudo desviar la vista.
—Yo... confío en ti —Yuan Shanshan dudó por un momento, pero finalmente eligió confiar en Hao Jian.
—¡No por otra razón, sino por esa mirada firme y segura en sus ojos!
Al ver a Hao Jian acercándose a Yuan Shanshan y Liang Jiankun, Lin Dong ardía de envidia, preguntándose qué tenía este chico para encantar a mujeres tan bellas.