Sun Yibo giró su cabeza hacia el río cercano, frunciendo ligeramente las cejas. ¿Sería una ilusión?
Tan solo un momento antes, había escuchado un sonido extraño proveniente del río, lo cual lo había hecho sentir algo inquieto, preguntándose si realmente podría haber un Monstruo de la Montaña.
Sun Yibo miró fijamente el río, pero todo lo que vio fue oscuridad intensa; no había nada visible y el ruido extraño no volvió a sonar.
Sun Yibo torció la boca con ironía, pensando para sí mismo cómo incluso había permitido que Li Xiang, ese idiota, lo afectara. ¿Cómo podría existir tal cosa como un Monstruo de la Montaña en este mundo?
Inmediatamente después, Sun Yibo recogió la carne asada y se dirigió hacia la tienda de Che Xiaoxiao y Zhao Yating.
Poco después de que se fuera, una cola dentada emergió del río, golpeó el agua y se sumergió otra vez, mientras una atmósfera siniestra se extendía silenciosamente alrededor.
