Ha pasado una semana desde que comenzamos el entrenamiento de infiltración y camuflaje en el Monte Cenizo. Cada día ha sido un desafío, pero el esfuerzo ha valido la pena. A medida que nos acercamos al día de la misión, la presión se siente cada vez más intensa. Mañana partimos para infiltrarnos en Kanto, y la incertidumbre me está consumiendo.
La montaña es un lugar hermoso, con su paisaje rocoso y la naturaleza vibrante, pero hoy, mientras miro hacia el horizonte, siento que su belleza contrasta con la oscuridad de nuestros planes. ¿Se habrá dado cuenta alguien de lo que estamos haciendo? ¿De las intenciones de Hoenn? La paranoia es una compañera constante aquí, y cada vez que escucho un ruido en el bosque o una conversación entre los reclutas, mi mente se lanza hacia lo peor.
Los rumores flotan en el aire, y la información se propaga rápidamente entre los soldados. He oído rumores sobre nuevas tecnologías que Devon Corporation ha estado desarrollando específicamente para esta guerra. Hay un murmullo sobre un repelente innovador que puede ocultar el olor incluso de los Pokémon con el sentido del olfato más agudo. Imaginar a nuestro escuadrón moviéndose en silencio, invisibles para las criaturas que podrían delatar nuestra presencia, es tanto un alivio como una inquietud. ¿Realmente funcionará? ¿Seremos capaces de acercarnos a las bases de Kanto sin ser detectados?
Además, se habla de una versión mejorada del PokéNav, diseñada con un alcance aún mayor, capaz de comunicarse entre regiones. Se dice que esta nueva versión estará equipada con sistemas y aplicaciones centradas en operaciones militares, lo que podría ser una ventaja vital en el campo. Sin embargo, me pregunto si todo esto es suficiente. ¿Qué pasará si Kanto ya tiene sus propios dispositivos y medidas de seguridad? ¿Si los rumores del poder en la sombra resultan ser ciertos? No puedo dejar de pensar en el nuevo campeón y en los rumores que circulan sobre su poder.
Miro a Slugma mientras se estira, y me siento un poco más tranquilo. Él ha estado conmigo en cada paso de este camino, y su presencia es un recordatorio de que, pase lo que pase, tengo un amigo a mi lado. Pero, ¿será suficiente para superar todo lo que nos depara?
Mañana partimos y con ello, el destino de muchos puede cambiar. Estoy listo para enfrentar lo que venga, pero al mismo tiempo, no puedo evitar sentir una mezcla de emoción y temor. La infiltración será solo el comienzo, y me pregunto cómo cambiará nuestra realidad después de este primer paso hacia Kanto.