3º. ¡TRIUNFAMOS EN EL BAILE!
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Los
dos se quedaron mirando y se fueron acercando, ella le pasó los brazos
por el cuello y él la abrazó con firmeza por la cintura. Toda timidez
quedó en el olvido… y al fin se besaron. Se besaron con pasión, como si
fuese el fin del mundo.
Los dos jóvenes profundizaron en el beso, a
cada momento cogían y más más experiencia, sus lenguas empezaron a
tocarse y a jugar, sus manos no se estuvieron quietas. Ranma acarició
con su mano derecha la espalda de la chica, para después con su dedo
índice de esa mano lo bajo por la columna de la chica, ella suspiró,
pero siguió besando al chico. Las manos traviesas de ella fueron bajando
por la espalda del chico hasta sus nalgas, Las del chico acabaron en el
trasero de la joven, Ninguno se quejó ni se enfadó. Los dos apretaron
el culo del otro y siguieron besando.
El calor de ambos subió, y
se dejaron llevar por su instinto más básico. Ranma pensaba en cogerla
en brazos y llevarla a un lugar apartado y allí… Akane captó lo que
pensaba el chico, no se iba a oponer, se dio cuenta que lo ella misma lo
deseaba con ganas, cuando él la cogiese en brazos, ella lo abrazaría
por el cuello, lo besaría y… el resto sería fantástico.
Los dos
pensaron en que iban muy deprisa, debía ser que el alcohol de la bebida
los había trastornado, pero lo dos lo negaron y se besaron con más
pasión y sus manos se aferraron más a los traseros del otro, y cuando
Ranma la fue a coger en brazos…
- ¡Akane!, ¡Ranma! - oyeron que
los llamaban- los dos chicos separaron sus labios, se miraron
sorprendidos y asustados. Un momento después estaban separados y muy
sonrojados. Se habían quedado blancos y tenían los ojos muy abiertos,
sin duda los habían pillado besándose… y metiéndose mano.
Miraron
en la dirección donde los llamaron y vieron llegar a las dos amigas de
Akane, las dos chicas debían haber llegado corriendo, pero cuando los
dos prometidos las vieron, esas dos chicas estaban quietas, como si
hubieran visto un fantasma. Las dos jóvenes amigas de Akane no se creían
lo que habían visto. Habían encontrado a los dos prometidos besándose y
tocándose allá donde la espalda perdía su respetable nombre. Era algo
que esperaban desde que esos dos tozudos jóvenes se conocían. Las dos
chicas conocían los sentimientos de ambos prometidos, y que tarde o
temprano los dos se declararían, pero a pesar de ser testigos de esa
prueba de afecto no se lo creían aún.
Los dos prometidos se habían
quedado blancos, miraban el suelo avergonzados y no se atrevían a mirar
a sus dos amigas a la cara. Durante un momento hubo un incómodo
silencio, nadie se atrevía a hablar y menos a mencionar lo que allí
había ocurrido.
Al final fue Yuca quien rompió el hielo-
-Sentimos
mucho haberos interrumpido, pero… en pocos minutos empezaran a entregar
los premios y estáis nominados en varias categorías. No podréis faltar.
Ranma
y Akane se miraron, se acercaba el momento que descubriesen quien eran,
no pasaría nada, allí no estaba ni uno solo de sus rivales. Nada podría
complicarse. Pero… otra cosa muy distinta era como lo habían pillado
las amigas de Akane. Los dos prometidos creían que no se irían de la
lengua y no contarían nada, pero fue entonces cuando se dieron cuenta
que Nabiki estaba cerca, si hubiese sido ella la que los hubiese
descubierto, ahora tendrían problemas y muy gordos.
Sayuri vio el miedo en los dos prometidos y supo la razón.
-No os preocupéis. Ni Yuka ni yo contaremos nada. Nadie se enterará por nosotras, seremos unas tumbas abiertas.
Todos la miraron asustados, la joven se había equivocado en lo que dijo.
-Querrás decir que tendremos la boca cerrada como unas tumbas. -les discriminó Yuca- una tumba abierta muestra todo.
La otra chica la miro asombrada y sonrió como si fuese tonta.
-Eso
quise decir- dijo Sayuri, Y las dos chicas se rieron. Pero Ranma y
Akane seguían como idos. Seguían pensando en lo que habían hecho. En lo
bien que lo habían pasado y como le gustaría repetir esa experiencia,
pero lo que más les asombraba era que en ese momento su timidez había
desaparecido por completo.
Los dos chicos se miraron, y pareció que salieron de su letargo y miraron a sus amigas como si las acabasen de descubrir.
-Si, vayamos al gimnasio, que nos esperan-dijo Akane en un tono extraño, como si estuviese ida.
-Si,
nos esperan -añadió Ranma con un tono extraña, también parecía ido- si
nosotros no pueden dar los premios, somos los protagonistas principales.
-Si- contestó Akane- los dos protagonistas principales de esta historia, sin nosotros no hay historia.
Los dos se miraron y se carcajearon con falsedad, y salieron corriendo al gimnasio.
Las dos amigas se miraron y de golpe sonrieron, juntaron sus manos, y se le escapó algunas lágrimas.
- ¡Se estaban besando! -dijo Sayuri muy ilusionada y llorando de la emoción.
- ¡Siii!, ¡Por fin se han besado! - contestó la otra chica, también llorando de la emoción.
- ¡Y se estaban tocando el…! -no se atrevía a decir culo, - es lo que hemos esperado desde que se prometieron.
-Nuestra Akane, pronto será una mujer casada y tendrá un marido guapo que la adora.
Y entonces las dos se frutaron.
-
¡Y nosotras tenemos a dos pervertidos por a acompañantes! - dijeron las
dos jóvenes con fastidio- ¡Que envidia! - las dos chicas envidiaban a
Akane. Pero se dieron cuenta que Ranma y Akane la habían dejado solas y
se asustaron- ¡AKANE! - gritaron las dos chicas asustadas- ¡ESPERADNOS!
Los cuatro amigos llegaron a gimnasio, y aun sonaba música, era un
tipo de música que tanto Ranma como Akane odiaban, la consideraban muy
ruidosa y repetitiva.
Se acercaron donde estaban Daisuke y Hiroshi, que miraron a la pareja con unas sonrisas traviesas.
- ¿Qué Ranma?, ¿Has llevado a Akane a un sitio solitario y le has besado? -preguntó Hiroshi. Cogiendo a Ranma por el cuello.
- ¿O has hecho algo más de darle un besito? -Acabó de preguntar el otro chico.
Los dos prometidos se quedaron blancos, después sus caras adquirieron un tono muy rojo. Y empezaron a balbucear.
-No…
no…sólo hemos paseado-dijo Ranma, Akane lo miró asombrada esperaba una
respuesta peor, una de sus repuesta hirientes, de esas que tanto le
hacían daño a ella.
Los dos amigos de Ranma se miraron, lo miraron
a él y sonrieron. Sabían que Ranma mentía, ese color rojo que tenían
los dos prometidos en sus caras, su nerviosismo, era pruebas de que
habían hecho algo más que pasear.
- ¡Ranma, no mientas!, se ve a la legua que no habéis paseado sólo, que ha pasado algo más entre vosotros dos.
Los
dos prometidos tragaron saliva, esos dos entremetidos y chismosos,
buscaban una confección, la pareja se miraron a los ojos un tiempo
relativamente corto que no captó nadie, sólo ellos y…
-Sólo nos
hemos… nos hemos… besado- dijo Akane muy nerviosa- un pequeño beso… muy
casto en la mejilla- la chica se giró a sus amigas- Yuka y Sayuri nos
han visto. ¿Verdad que no ha pasado nada más que un beso inocente? - y
miró a sus amigas suplicando ayuda.
-Si, eso fue un beso muy
casto- dijo Sayuri. Pero lo dijo en un tono que contradecía sus
palabras, pero por suerte para todos los amigos de Ranma eran muy cortos
y no supieron captar la ironía de la chica.
Los dos entrometidos
iban a seguir mareando los dos prometidos, cuando una pareja subió al
escenario, iba a empezar la entrega de premios, se paró la música y
todos se callaron, incluso los amigos de Ranma y Akane, para alivio de
estos dos últimos.
- ¿Os lo estáis pasando bien? -preguntó el joven locutor. -Recibió un grandioso y potente "SIII"
de los asistentes- Eso esperábamos. -contestó el chico- Hemos estado
esperando al grupo musical, pero según parece era una de las bromas
locas del director Kuno, le hemos convencido que nos devuelva el dinero y
eso ha hecho.
-Ahora empieza la entrega de premio. ¿Estáis de
preparados para recibir un premio o decepcionados por no recibirlo? -
preguntó la joven. Y todos gritaron afirmando, nadie estaba dispuesto a
no ganar un premio, aunque fuera uno pequeño.
-Empezaremos con los
premios menores y después iremos yendo a los grandes premios-siguió el
locutor. Los dos jóvenes locutores se movían por el escenario y
acompañaban a su paloteo con unos movimientos y posiciones del cuerpo de
los más hortera y ridículas.
Los allí reunidos miraban a esos
"artistas" con lastima, como locutores no tenían futuro, pero en esa
escuela eran los únicos capaces a rebajarse a hacer ese trabajo.
-Empecemos
con el premio al mejor pastel-dijo el chico- Se han presentado muchos
pasteles al concurso, han participado tanto chicas como chicos. Este año
habréis jugado con ventaja, la señorita Kounji ni ha participado ni se
ha presentado al baile- los dos prometidos se miraron y sonrieron, eran
ellos los responsables de la no asistencia de Ukyo, pero ni lo
lamentaban, ni se arrepentían.- También es de agradecer que la señorita
Akane Tendo no ha participado, de haberlo hecho estaríamos todos
muertos- y el joven locutor fue golpeado por una silla, nadie supo de
donde vino, nadie vio quien la lanzó, sólo cinco jóvenes vieron la
agresora.
Ranma se llevó la mano a la cara y suspiró con cansancio.
- ¡Idiota! - murmuró el joven refiriéndose al locutor.
Todos
los asistentes sonrieron, en alguna parte estaba Akane, aunque nadie la
había reconocido, y le dio su lección a ese joven incauto.
-Sigamos
con el premio-dijo la compañera del agredido, miró a su compañero que
se estaba levantando, y muy ceremonialmente dijo…-y el premio es… Para
Yuka de 3º F.
La amiga de Akane se emocionó y empezó a saltar.
-
¡He ganado! ¡He ganado! - dijo y subió al escenario y le dieron el
premio, bajó y se lo enseñó a sus amigos, que la felicitaron. Akane
pensaba que Ranma diría algo hiriente hacía ella y su comida, pero
asombrosamente el chico no hizo un comentario despectivo hacía ella.
Se siguieron dando premio y por fin llegó a de la mejor pareja que había asistido al baile y…
-Y
el premio a la mejor pareja que ha asistido al baile, la más guapa y
más unida…- el loco locutor seguía parloteando mientras se movía de la
forma más absurda- es para…-dejó pasar un instante, todas parejas que
allí había se pensaron que ganarían ellos. Y el locutor señaló en una
dirección- es para esa pareja de allí, lo que han permanecido bailando
toda la tarde.
Todo se giraron hacía esa dirección. Ranma y Akane, se giraron para atrás y vieron que detrás de ellos no había nadie.
-No
os giréis ni intentéis disimular- dijo la locutora-Sois vosotros dos,
la chica del vestido blanco y el chico del traje gris que la acompañan.
Los dos prometidos se quedaron blancos, no había la menor duda eran
ellos, se miraron asustados.
-Suba… subamos -dijo él muy nervioso.
-Si- contestó la chica no menos nerviosa.
Y los dos se dirigieron al escenario y subieron, pensaban que pasarían un mal trago.
Cuando los dos chicos subieron al escenario…
-Aunque
no pertenecéis al Furinkan y os habéis colado en una fiesta que no
estabais invitado, sois la mejor pareja. Y os entregamos el premio, que
consiste en un vale por un mes de comida gratis donado por el
supermercado de la esquina.
-Perdona- dijo Akane- si somos alumnos de aquí.
Todos los asistentes los miraron asombrados, nadie los reconocía.
- ¡No seáis mentirosos! - los amonestó el locutor-si sois compañeros nuestros ¿Cómo es que no os conozcamos?
-Por qué nos hemos cambiado de look-contestó Ranma.
- ¿Y quienes sois? -preguntó la chica.
Los prometidos se quedaron miraron y sonrieron.
-Yo soy Ranma Saotome-dijo el chico.
-Y yo Akane Tendo.
Hubo un silencio y poco a poco los allí reunidos los fueron reconociendo.
- Si, soy vosotros ¡Que cambio! - dijo al fin la locutora asombrada-estáis fantásticos.
Fue entonces cuando empezaron a vitorearlos y aplaudirlos.
-El
siguiente premio es para nuestros compañeros más populares y
famosos-dijo el locutor- y como también sois vosotros os lo damos ya.
Para Akane era un ramo de flores que se lo tuvo que dar Ranma. Y Para Ranma un reloj, que le tocó a Akane dárselo.
Fue entonces cuando el público pidió un beso.
-
¡Beso! ¡Beso! ¡Beso! ¡Beso! -pedían, y los dos prometidos se pusieron
rojos. Pero se miraron, sonrieron y se dieron un casto beso en la
mejilla, para frustración de su publico que esperaba un apasionado beso
de amor. Pero las chicas suspiraron y los chicos sufrieron un ataque de
celos.
A continuación, se dieron varios premios más, Ranma gano
algunos y Akane otros. Y sus compañeros otros. Cuando acabó la entrega
de premio continuó el baile.
Los dos prometidos fueron a comprar
bebidas y volvieron a la pista y continuaron bailando, le habían pillado
gusto a eso de bailar juntos.
En un momento Akane, se le echó los
brazos al chico y metió su cabeza en el pecho del joven, estaba feliz y
contenta nunca se lo había pasado también. Estaba descubriendo que su
prometido podría ser muy cariñoso y atento. Todo lo contario del Ranma
que conocía.
- ¿Por qué me abrazas? Preguntó el chico muy sofocado y sonrojado.
-Por
que me siento tan bien, por lo bien que estoy contigo esta noche, por
ser tan amable y atento, por que me siento tan feliz que no me puedo
aguantar. Por que no quiero que acabe la noche. Quiero que sea una noche
sin fin, y que tú este conmigo. No me dejes y te vayas nunca.
Él la miró y sonrió y se sintió el hombre más afortunado del mundo.
-Yo
también estoy muy bien contigo, tampoco me quiero separara de ti, ni
ahora ni nunca. Quiero seguir toda la noche contigo, y no sólo esta
noche, si no todas las noches del mundo. Por qué eres única, y la única
para mí. Por qué eres tú, mi compañera, mi amiga, mi vida. Esta noche es
la mejor que he tenido nunca. Y Por qué nunca ¿me has oído? Nunca me
separare de ti, por qué eres mi vida.
Ella se o quedó mirando y sonrió.
-Ojalá siempre seas así, ojalá siempre seas atento y cariñoso como ahora.
-Imposible- dijo el riéndose.
- ¿Por qué imposible? - preguntó la chica.
-Por
que los dos somos así. Necesitamos peleanos, por que los dos tenemos
mucho orgullo y queremos prevalecer sobre el otro. A continuación,
haremos las paces y estaremos acaramelados y cariñosos con el uno con el
otro. Como he dicho necesitamos ir de un estado al otro. Esta en
nuestro carácter, pero hagamos lo que hagamos siempre estamos el uno por
el otro, y siempre lo estaremos.
Ella lo miró y sonrió.
-Creo
que te entiendo, para nosotros peleanos y llevarnos bien y con cariño,
son las dos caras de una misma moneda. Nos peleamos y pelearemos por
tonterías, pero cuando lo requiera seremos cariñosos.
Ranma la
miró y asintió. Se miraron sus ojos le brillaban y tuvieron la tentación
de besarse, y eso hicieron, para ellos desapareció el mundo, se besaron
delante de todos, pero nadie le prestó atención todas las parejas sólo
tenían ojos para su acompañante.
Sonaba una música muy movida y
los dos prometidos bailaban como locos, sus caderas se movían al ritmo
de esa música, los dos se miraban y sonreían. Pero de golpe empezó a
sonar una música muy sensual, y los dos prometidos se acercaron mucho y
se movieron de forma muy provocativa y tentadora, los dos jóvenes se
miraron. Tenían las hormonas revolucionadas, esa noche podría traer más
de un cambio de lo que esperaban. Su relación avanzaba más deprisa esa
noche, que en los tres años que habían vivido juntos.
Cuando
empezaron las lentas, Ranma la cogió con firmeza por la cintura, y ella
por el cuello, pero ahora los dos estaban extasiadas por el otro,
embriagados con su aroma. Ranma la besó en el cuello.
- ¡Ranma! -
dijo Akane en un suspiro. El chico le volvió a besar en el cuello. Y le
mordisqueó la oreja, y aprovechó para decirle al oído…
-Akane
Tendo, te amo. No quiero esperar más, hace tiempo que quiero pedirte que
te cases conmigo. No ahora mismo, si no dentro de un tiempo… pero que
no sea mucho.
Ella se quedó parada y lo miró extrañada, él se esperaba una negativa, pero…
-
¡Ranma!, yo también te amo. Y si, me quiero casar contigo. -lo volvió a
mirar y sonrió- estoy esperando esta declaración desde hace años, sabía
que me amabas desde volvimos de China. -Y dicho esto ocultó su rostro
en el pecho del chico y se le escaparon unas lágrimas de felicidad,
ahora era seguro, esa noche era la mejor de su vida y viendo la sonrisa
idiota que Ranma tenía en la cara, para él también lo era.
Pero tuvo un presentimiento y así se lo dijo al chico.
- ¿Y mañana qué? -pregunto la chica- ¿Volveremos a ser los idiotas de siempre?
-Ya
te lo he dicho, mañana seremos los mismos idiotas de siempre,
volveremos a pelearnos- el chico recordó algo-Mañana tenemos que
pelearnos, te lo prometí. Pero ¿Y si después de la pelea, hacemos las
paces y tenemos una cita? Tú elige el lugar.
Akane lo miró y sonrió. No sé lo creía, ¡Ranma le proponía una cita!
-
¿Pelearnos y después tener una cita? Parece una locura típica de
nosotros- y los dos se rieron- De acuerdo, quiero que me lleves al cine,
y después a tomar algo... pero ¿Tú padre no te había quitado tus
ahorros?
-Si, pero hablaré con mi madre, y ella lo sabrá convencer que debe volverme mi dinero.
-Sólo necesita enseñarle una Katana-contestó la chica y los dos se rieron.
Continuaron bailando durante horas hasta que se acabó la fiesta.
Todos
salieron a fuera a ver el castillo de fuego artificiales con que
concluyo el baile. Al acabar este. Los dos prometidos y sus amigos
fueron hacía la salida del Furinkan y cuando salieron de la escuela,
como muchos alumnos, se giraron y la miraron con añoranza. No volverían a
estudiar en ella, sintieron lastima, ahora se separarían y cada uno
iría por su lado.
-Hemos pasado buenos momentos aquí. -dijo Yuka.
-Pero
también malos-contestó Ranma y todos los miraron extrañados y el tuvo
que aclarar eso malos momentos- Las locuras del director y la profesora
Hinako. Mis acosadoras, mis rivales y unos cuantos maniacos más.
Todos se rieron, pero en seguida se pusieron muy serios.
-La echaré de menos- dijo Akane con tristeza - aún con todo eso la echaré de menos.
-La
locura de mis primeros días aquí- continuó Ranma- la lucha de Akane
contra todos los chicos, la persecución y acoso de Kuno. -miró a los
otros chicos y sonrió- a pesar de todo eso, yo también la echaré de
menos.
Los seis chicos miraron durante unos minutos la escuela y
recordaron vivencias que tuvieron en esa escuela, cada vez que pasasen
por delante de ella recordarían lo vivido en ella.
Cuando llegó el momento de separarse.
-Daisuke y yo- dijo Hiroshi- llevaremos a Yuka y Sayuri a sus casas.
-Ranma
y yo esperamos que os comportéis como caballeros- dijo Akane- no nos
gustaría que ellas sufrieran un tropiezo por vuestra culpa… y a vosotros
os gustaría menos.
Los dos chicos miraron a los dos prometidos que los miraban con suspicacia, y se asustaron. Captaron la amenaza de Akane.
-Nos comportaremos muy bien-`prometieron asustados los dos chicos y se alejaron acompañados de las amigas de Akane.
Ranma y Akane se miraron.
-Ha estado bien el baile-dijo el chico- y lo hemos pasado muy bien y sin las molestias de siempre.
-Si, ha estado fantástico- contestó ella.
-
¿Volvemos a casa? -preguntó el chico con pereza. No quería volver, al
menos tan pronto, quería disfrutar de la presencia de Akane más tiempo,
tenerla para él solo.
Ella lo miró con tristeza, tampoco quería
volver a casa. Deseaba seguir teniendo a Ranma para ella sola, pero
debían volver a casa.
-Si, volvamos a casa, ya encontraremos
tiempo para nosotros. Y como hoy, serán momentos que nadie nos podrá
quitar, serán momentos sólo tuyos y míos.
- ¡Jamás nos quitaran estos momentos! Ni los podrán borrar ni negarlos. Por que ni yo ni tú dejaremos que lo hagan.
Ella
sonrió y le tendió la mano, él la cogió y se agarraron las manos con
firmeza y sin la timidez con que siempre se cogían. Y con lentitud y
disfrutando del paseo, volvieron a casa. Querían retrasar lo más posible
volver a ser los de siempre. Querían saborear la compañía del otro
durante el mayor tiempo posible.