—Wei Meizi frunció el ceño —Mu Xuan, ahora no es momento de hablar de esto. El Salón Llama necesita la ayuda del Grupo Sombra, si no...
—Sabiendo esto, ¿por qué no aceptas mis condiciones? —Los ojos de Mu Xuan ardían con intensidad mientras miraba fijamente a Wei Meizi, su tono no admitía réplica —Ya lo he dicho antes, según las reglas del Salón Llama, si te casas conmigo, el Grupo Sombra obedecerá tus órdenes incondicionalmente.
—Tú... —Wei Meizi sintió una oleada de ira —¡Incluso en este momento crítico, Mu Xuan seguía aferrándose obstinadamente a esa condición—era absurdo!
—¡Las reglas son muertas, pero las personas están vivas! —Fue entonces cuando llegó la voz de Ling Feng —Al principio estaba bastante interesado, pero ahora parece que aunque solo tienes treinta y cinco o treinta y seis años, ¡tu cabeza es tan opaca como la madera! ¿Realmente crees que aprovechando esta situación para presionar a Wei Meizi, ella accederá a tus demandas?