La fría brisa de Hogsmeade se colaba por las rendijas de la vieja taberna, pero dentro de la Cabeza de Puerco, el ambiente era cálido y acogedor. Sin embargo, para Severus Snape, el calor del fuego no podía ahogar el frío que sentía en su corazón. Con cada sorbo de whisky de fuego, las llamas ardían en su garganta, pero no podían consumir el dolor que lo atormentaba.

"¿Por qué tuviste que irte, Lily?" murmuró para sí mismo, mientras miraba el fondo de su vaso vacío. La imagen de su amiga de la infancia, ahora perdida para siempre, lo perseguía como un espectro. Había pasado semanas sumido en la tristeza y el arrepentimiento tras la muerte de Lily Potter a manos de Voldemort. Su vida había sido un torbellino de decisiones equivocadas y caminos oscuros.

Mientras trataba de ahogar sus penas con alcohol, recuerdos lejanos comenzaron a surgir en su mente. No eran solo fragmentos de su vida como Severus Snape; eran vislumbres de una existencia anterior. Una vida donde era un agente encubierto en la SAS europea, luchando contra enemigos invisibles y enfrentándose a peligros inimaginables. Recordó cómo había dejado atrás esa vida tras una herida que lo había marcado tanto física como emocionalmente. Se había convertido en un ser aislado, refugiándose en videojuegos, cómics y animes para escapar del mundo real y haora ese hombre está en el cuerpo de severus o mejor dicho el es Severus.

De repente, una voz familiar interrumpió sus pensamientos.

"Severus."

Al levantar la vista, se encontró con Albus Dumbledore sentado frente a él. El anciano director lo miraba con preocupación y tristeza en sus ojos azules.

"¿Qué haces aquí, Dumbledore?" preguntó Snape con desdén, aunque no pudo evitar sentir un atisbo de gratitud por la compañía al estar procesando todo.

"He venido a asegurarme de que estés bien muchacho", respondió Dumbledore suavemente. "Sé que has estado pasando por momentos difíciles."

Snape soltó una risa amarga. "¿Bien? ¿Qué significa eso? ¿Acaso hay algo bueno en perder a la única persona que realmente importaba?"

Dumbledore inclinó la cabeza, reconociendo el dolor del joven frente a él. "A veces, Severus, incluso en los momentos más oscuros puede haber luz. Pero debes encontrarla tú mismo."

En ese instante, algo extraño ocurrió. Un brillo repentino iluminó su mente y una voz suave resonó dentro de él.

¡Bienvenido al Sistema.... sistema bace instalado!

Snape parpadeó confundido mientras Dumbledore continuaba hablando.

Has sido elegido para recibir habilidades especiales y un sistema único que te permitirá crecer más allá de tus límites... pero el murio por secuelas no por kamion-kun como eso animes isekai.

"¿Qué…?" murmuró Snape mientras intentaba procesar las palabras que resonaban en su cabeza.

Tu nueva vida comienza ahora. Acepta tu destino y conviértete en el más fuerte.

Dumbledore frunció el ceño al notar la expresión extraña en el rostro de Snape. "¿Severus? ¿Estás bien?"

Nombre: Severus Snape

Raza: Humano

Nivel: 1

Trabajo: Mago (Potencial oculto)

Vitalidad: ??

Magia: ??

Ataque: ??

Defensa: ??

Agilidad: ??

Inteligencia: ??

Suerte: ???

Habilidades: ???

Títulos: Ninguno???

Puntos del sistema: ???

Dinero en arcas: ??? Galleons

Gacha disponible.

Snape sintió una oleada de energía recorrerlo mientras los números danzaban ante sus ojos cerrados. Era como si todo lo que había deseado alguna vez estuviera al alcance de su mano.

"Severus," insistió Dumbledore nuevamente, rompiendo su trance. "¿Qué sucede?"

Con una nueva determinación brillando en sus ojos oscuros, Snape finalmente estalló.

Snape sintió cómo la ira burbujeaba dentro de él exploraba, una llama que competía con el ardor del whisky que había estado consumiendo. Se enderezó en su silla, sus ojos oscuros fijos en Dumbledore, quien lo miraba con una mezcla de preocupación y tristeza.

"¿Sabes qué es lo más irónico, Dumbledore?" comenzó Snape, su voz baja pero cargada de veneno. "Que has pasado todo este tiempo intentando proteger a Lily, y al final, tus decisiones la llevaron a su muerte. Black o la rata de Peter soltaron la sopa como si fueran un par de idiotas para matarse entre ellos, y tú te quedaste ahí, observando cómo todo se desmoronaba."

Dumbledore abrió la boca para responder, pero Snape continuó sin darle oportunidad.

"Desde el día que entré a Hogwarts, tus decisiones han afectado mi vida de maneras que nunca imaginé. Me convertí en un espía para cuidsr de ella y el mocoso, un mero peón en tu juego. Y ahora, después de todo lo que ha pasado… ¿qué tengo? ¡Nada! Solo un vacío que no puedo llenar y un mocoso que cuidar."

Con un movimiento brusco, tomó otro trago fuerte de la botella de whisky asta dejarla bacia lo que dejó un ardor que le quemara la garganta. La rabia se mezclaba con el dolor mientras miraba a Dumbledore con desdén.

"Estoy cansado de ser débil Dumbledore," dijo finalmente Snape, su voz firme. "Protegeré al chico… pero será a mi manera. No confiaré en terceros ni seguiré tus órdenes ciegamente. He aprendido por las malas que eso solo lleva a más sufrimiento."

Dumbledore lo observó en silencio, comprendiendo que había algo más profundo detrás de las palabras de Snape. Pero antes de que pudiera decir algo más, Snape se levantó abruptamente.

Sin mirar atrás, se dirigió hacia el mostrador donde Aberforth Dumbledore lo observaba con decepción a su hermano. El dueño de la Cabeza de Puerco se entristece al ver al joven mago destrosado y a su hermano mayor sentado allí con esa expresión triste.

"¿Te vas ya?" preguntó Aberforth con una voz grave.

Snape asintió mientras sacaba algunas monedas de su bolsillo y las dejaba sobre la barra. "Gracias por las bebidas," murmuró antes de girarse hacia la puerta.

"Severus," llamó Aberforth antes de que pudiera salir. "Ten cuidado. Este camino no es fácil...cuida no dañar a los que te quedan."

Snape se detuvo un momento y miró por encima del hombro. "No espero que sea fácil," respondió con frialdad. "Pero esta vez lo haré a mi manera."

Y así salió de la taberna, dejando atrás el calor del fuego y los ecos del pasado. Con cada paso que daba hacia la oscuridad exterior, sentía cómo una nueva determinación crecía dentro de él; una chispa encendida por el deseo de cambiar su destino y proteger lo poco que le quedaba.

Mientras Severus Snape caminaba por las calles nevadas de Hogsmeade, una sensación extraña lo envolvió. Era como si el aire a su alrededor vibrara con una energía nueva. De repente, la voz del sistema resonó nuevamente en su mente, pero esta vez con un tono más autoritario y poderoso.

Escaneo completo de Severus Snape realizado. Actualizando al Sistema del Rey Demonio…

Snape se detuvo en seco, sintiendo cómo una oleada de poder lo atravesaba. La información fluyó ante sus ojos, transformándose en un nuevo conjunto de estadísticas y habilidades.

Sistema del Rey Demonio activado.

Nombre: Severus Snape

Raza: Humano (Rey Demonio en potencia)

Nivel: 1

Trabajo: Mago (Maestro de Pociones y artes oscuras)

Vitalidad: 150

Magia: 100

Fuerza: 10

Ataque: 50

Defensa: 40

Agilidad: 30

Inteligencia: 100

Suerte: 20

Habilidades: Manipulación de Sombras, Alquimia Avanzada, Conocimiento Arcano, pocionista maestro, maestro de artes oscuras, maestro militar tctico.

Títulos: ex mortifago, Mago oscuro,

alquimista junior, ghost, agente de la SAS, friki, Rey Demonio en Potencia, el maestro de pociones más joven dela historia.

Puntos del sistema: 2

Dinero en arcas: 100,000 Galleons

Gacha disponible: 5

Snape sintió que su mente se expandía con nuevas posibilidades. "Así que esto es lo que significa ser un rey demonio," pensó para sí mismo. La idea de tener el poder para derrotar a un Señor Oscuro le daba una nueva perspectiva sobre su vida. Ya no sería solo un peón; podría convertirse en un maestro de su propio destino.

"Planificaré mi vida desde ahora," murmuró mientras continuaba caminando. "me volveré más fuerte. No permitiré que otros decidan mi futuro."

Mientras reflexionaba sobre sus nuevos objetivos, se encontró con una familia que le resultaba familiar. Lucius Malfoy, acompañado por su esposa Narcissa y su hijo Draco, se acercaban con una expresión altanera pero cordial.

"Severus," saludó Lucius con una sonrisa alegre. "Qué sorpresa verte aquí. ¿Te gustaría acompañarnos a nuestra mansión? Siempre es un placer tener en casa amigo."

Snape frunció el ceño, recordando la amistad y hermandad entre ellos y la influencia que los Malfoy tenían en el mundo mágico. .

"¿Por qué no?" respondió Snape con algo de alegria tras una máscara de indiferencia. "Siempre es interesante ver cómo viven los aristócratas."

Lucius sonrió ante esta vieja broma entre ellos. Narcissa miraba a Snape con curiosidad. "Nos encantaría tenerte como invitado," dijo ella suavemente. "Draco ha estado diciendo tu nombres últimamente."

El bebe Malfoy miró a Snape con admiración y algo de nerviosismo, como si estuviera ante una figura legendaria. "verus". Balbucea elnpequeño infante.

"Vamos entonces," dijo Snape, sintiendo que ante toda la perdída, aun tenia una famila a la cual acudir ante su oscura situación.

A medida que se dirigían hacia la mansión Malfoy, Snape comenzó a trazar mentalmente sus planes. Tendría que ganarse la confianza del ministero ademas de utilizar esa relación para fortalecer su posición en el mundo mágico.

"No puedo permitirme ser débil," pensó mientras el flu llego a la mansión Malfoy que se alzaba majestuosa ante ellos, sus muros de mármol blanco brillando bajo la luz de la luna. Severus Snape sintió una mezcla de nostalgia y alivio al cruzar el umbral. Era un lugar que conocía bien, donde había pasado muchos momentos de su infancia y juventud, siempre bajo protección de Lucius y Narcissa.

"Bienvenido a casa, Severus,mejor que estar solo en un bar de mal muerte" dijo Lucius con una sonrisa que ocultaba más de lo que mostraba. "Siempre serás parte de esta familia severus, aqui estamos para ti."

Snape asintió, sintiendo el peso del pasado en cada palabra. Lucius había sido un hermano mayor para él, junto a Narcissa, ambos lo había guiado en los momentos más oscuros sobre todo cuand su madre murio. Aunque Draco era solo un bebé, el vínculo entre ellos era fuerte y dentro de poco lo apadrinaria.

Narcissa sonrió mientras se retiraba para llevar a Draco a su cuna. "Voy a acostarlo," dijo suavemente. "Tómate tu tiempo, Severus. Aquí siempre tendrás un refugio."

Una vez solos en la sala, Snape se sentó en uno de los cómodos sillones frente a la chimenea encendida. El calor del fuego contrastaba con el frío que aún llevaba dentro. Lucius tomó asiento frente a él, su expresión seria mientras servia dos basos de fire Whisky.

"¿Cómo te encuentras realmente?" preguntó Lucius, su voz grave resonando en la habitación.

Snape suspiró profundamente, recordando el dolor que había sentido tras la muerte de Lily. "He estado mejor últimamente," respondió finalmente. "Pero hay algo que debo decirte."

Lucius lo miró con atención, sabiendo que las palabras que seguirían no serían fáciles de escuchar.

"Me he cansado de ser débil Lucius," confesó Snape, su voz firme pero cargada de emoción. "El camino fácil me ha dejado como estoy hoy: lleno de arrepentimientos y pérdidas. He estado huyendo de mi propio potencial durante demasiado tiempo al segur al señor oscuro."

Lucius asintió lentamente, comprendiendo el peso detrás de las palabras de su amigo. Sabía bien lo que significaba cargar con el dolor del pasado y cómo eso podía consumir a una persona.

"Severus," dijo Lucius con sinceridad, "no estás solo en esto. Todos hemos sufrido por culpa de Voldemort y sus acciones. Pero ahora estamos libres… al menos por ahora."

Snape lo miró intensamente. "No importa si tengo que entrenar todos los días, cuerpo y alma asta romper mi cuerpo y espíritu," continuó con determinación mientras tomaba su whisky. "Si surge otro como él o si regresa el Señor Oscuro… yo lo mataré."

Las llamas danzaban en la chimenea mientras Lucius contemplaba las palabras de su amigo. Había visto cómo Severus había crecido desde la miseria hasta convertirse en un hombre formidable; sabía que tenía el potencial para lograrlo y tenia la esperanza de que el lo lograra por rl bien de los dos.

"Entonces es hora de salir de las sombras de la vieja generación," dijo Lucius finalmente, una chispa de orgullo brillando en sus ojos plateados mientras miraba por un futuro mejor para ellos. "Te ayudaré en todo lo que pueda."

Snape sintió una oleada de gratitud hacia Lucius; no solo era un amigo leal sino también un aliado poderoso en este nuevo capítulo de su vida.

"Gracias," murmuró Snape sinceramente. "No sé qué haría sin ti y Narcissa."

En ese momento, Narcissa regresó a la sala después de haber acomodado a Draco en su cuna. Se sentó junto a ellos y sonrió cálidamente.

"¿De qué hablaban ustedes dos?" preguntó con curiosidad.

"Sobre el futuro cariño," respondió Lucius con una sonrisa cómplice.

Narcissa asintió comprensivamente mientras miraba a Severus con afecto maternal. "Solo espero que tod valla mejor de hora en adelante".

Con esas palabras resonando en su mente, Snape sintió cómo una nueva determinación se apoderaba de él. Estaba listo para enfrentar cualquier desafío que viniera; estaba decidido a forjar su propio destino y proteger a aquellos que amaba.

Mientras las llamas crepitaban suavemente en la chimenea y las sombras danzaban alrededor del salón, Severus Snape supo que este sería el comienzo de algo grande: un viaje hacia la fuerza y la redención personal bajo la protección inquebrantable de los Malfoy....el rey demonio eleminara al señor oscuro.