Mientras tanto, en otro rincón de Axel…
Darkness estaba sentada en su escritorio, ocupándose de la interminable pila de documentos que requerían su atención como gobernadora. Suspiró, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre sus hombros. A veces extrañaba las simples aventuras junto a sus amigos, pero también sabía que cumplir con su deber era crucial para proteger a su ciudad y a su gente.
Entre los documentos, una carta con el sello real captó su atención. La abrió con cuidado y comenzó a leer.
Carta Real:
"A la Honorable Lady Dustiness Ford Lalatina, Gobernadora de Axel,
Se le informa que la princesa Iris tendrá una próxima reunión con el príncipe del reino vecino de Elroad, quien ha sido recientemente designado como su prometido. Para protegerla durante esta reunión, hemos decidido que el equipo de élite de Porco Galliard será designado como su escolta."
Darkness dejó escapar un suspiro al leer sobre el príncipe de Elroad. Recordaba bien a ese joven; era conocido por su temperamento volátil y su carácter difícil de tratar. "Un mal movimiento y esto podría convertirse en un desastre diplomático", murmuró para sí misma. Además, si Porco y su equipo de élite iban a acompañar a Iris, la seguridad de la princesa estaba en buenas manos, aunque también sabía que no podía confiarse por completo.
Darkness: pensando en voz alta "Debo asegurarme de que Iris esté preparada para tratar con alguien tan… complicado. Esa reunión será un reto, incluso para alguien con el temple de mi querida princesa."
Guardó la carta en su escritorio, haciendo una nota mental de mantenerse informada sobre los detalles del viaje. Si algo llegara a suceder, estaba preparada para intervenir y asegurar la paz entre los dos reinos.
En otro lugar, dentro de la ciudad…
Vanir observaba con un interés particular a Chomusuke, la mascota de Megumin. Aunque aparentaba ser un simple gato, Vanir podía percibir el poder latente dentro de la criatura. Podía ver que Chomusuke albergaba en su interior una esencia equiparable a la de una deidad menor, un poder oscuro que intentaba ser contenido por el sello en su frente.
Vanir: con una sonrisa intrigante "Mufufufu… Qué interesante pequeña criatura eres, Chomusuke. Aunque en esta forma solo puedes volar y escupir pequeñas llamas, veo en tu interior un poder mucho mayor, sellado y limitado. Un poder que, si fuera liberado… quién sabe qué maravillas o desastres podría desencadenar."
Chomusuke, por supuesto, solo maulló en respuesta antes de darse la vuelta y comenzar a lamer su pata con indiferencia. Pero para Vanir, el enigma que representaba esta criatura era digno de ser investigado más a fondo.
Mientras tanto, en la mansion
Megumin se desperezó y se estiró perezosamente, apenas despertando de un sueño profundo. Se levantó de la cama y se dirigió a la puerta de la habitación, aún con los ojos entrecerrados y un poco aturdida por el sueño. Al abrir la puerta, un pequeño rostro familiar la saludó con una sonrisa radiante.
Komeko: con entusiasmo "¡Hermana!"
Megumin parpadeó varias veces, sorprendida al ver a su hermana menor, Komeko, de pie en la entrada de la casa. Recordó, de golpe, que hacía un tiempo Komeko le había escrito para avisarle que vendría de visita. Megumin entró en pánico internamente, ya que la casa estaba un poco desordenada y no había tenido tiempo de prepararse para recibirla.
Megumin: tratando de sonar despreocupada mientras se rasca la nuca "¡Oh! ¡K-Komeko! ¡Qué sorpresa! No esperaba que llegaras tan temprano."
Komeko: mirándola con ojos brillantes "Hermana, quiero conocer a Eren."
Megumin: confundida "¿Eren? ¿Por qué quieres conocerlo a él?"
Komeko se quedó pensativa por un momento, como buscando las palabras exactas.
Komeko: "Bueno, en la Aldea Carmesí se ha hablado mucho de él. Dicen que tiene un pasado… interesante. Algunos incluso lo llaman el 'genocida'. Todos mis amigos querían saber si es cierto que un guerrero tan increíble está aquí en Axel."
Megumin no pudo evitar sorprenderse y un poco de incomodidad. Sabía que el pasado de Eren era oscuro y que él mismo intentaba no hablar demasiado de ello. Aunque en su presente, Eren intentaba llevar una vida tranquila, los rumores y leyendas de su pasado claramente habían llegado hasta la Aldea Carmesí.
Megumin: forzando una sonrisa "Bueno… sí, Eren es… impresionante. Pero es una persona completamente distinta ahora. Ya no es el tipo de persona que… bueno, tú sabes."
Komeko: entusiasmada "¡Quiero verlo! ¿Crees que me pueda contar alguna de sus historias? Algo realmente épico, como las historias de la gran explosión que siempre cuentas tú."
Megumin: suspira, resignada "Bueno, tal vez podamos pasar a visitarlo más tarde. Pero… ¡primero! ¿Por qué no te muestro la casa? La tengo muy ordenada… bueno, más o menos."
Megumin intentó disimular el desorden, recogiendo apresuradamente algunas cosas mientras le daba un pequeño recorrido a Komeko. Sin embargo, no podía dejar de pensar en cómo manejaría el asunto con Eren. Sabía que él no quería ser una figura de temida leyenda, especialmente delante de alguien tan inocente y llena de admiración como Komeko.
Komeko: con una gran sonrisa "Gracias, hermana. Estoy muy emocionada de conocerlo. Pero… no te preocupes, no voy a pedirle que me enseñe a ser una 'genocida'." se ríe divertida, imitando el tono de las historias de guerra que escuchó en su aldea.
Megumin: forzando una sonrisa nerviosa "Jaja… sí, claro, Komeko. Solo… recuerda que Eren es un buen hombre ahora. Y también mi… mi amigo."
Komeko: "¿Puedo tomarme una foto contigo, Eren? Es increíble que estés aquí con nosotros.
"Eren, un poco incómodo por la solicitud de Komeko, asintió con una sonrisa forzada y accedió a la foto. Después de todo, no quería causar una mala impresión a la hermana de Megumin.
Komeko: "¡Gracias, Eren! ¡Esta foto es asombrosa! ¡Mis amigos no me van a creer cuando les cuente que conocí a un demonjo reencarnado
Después de la visita de Komeko, el ambiente en la casa de Eren y Aqua se volvió tenso. Megumin parecía preocupada por la reacción de su hermana y le habló en privado.
Megumin: "Siento mucho la actitud de Komeko, Eren. Ella es muy impresionable y se dejó llevar por lo que ha escuchado sobre los reencarnados marleyanos.
"Eren: "Está bien, Megumin. Entiendo que la gente tenga sus prejuicios."
El equipo estaba en plena misión. Eren, Historia, Megumin y Komeko se habían adentrado en el bosque después de recibir informes sobre una planta carnívora conocida como la "Señora de la Tranquilidad". Era una criatura temible que fingía ser humana para atraer a sus presas, solo para devorarlas una vez estaban cerca. Su apariencia se asemejaba a la de una mujer en apuros, y solo los aventureros más experimentados podían reconocer la amenaza que representaba.
Eren: observando a su alrededor con atención "Manténganse alerta. Esta planta es astuta y sabe cómo engañar a los incautos."
Komeko: emocionada, mirando a Eren con admiración "¡No te preocupes, Eren! ¡Sé que tú puedes vencer a cualquier cosa que se cruce en nuestro camino!"
Eren no pudo evitar sonreír un poco ante el entusiasmo de Komeko. A pesar de todo lo que había pasado, su inocencia le recordaba las razones por las que seguía luchando.
Historia: en voz baja, para sí misma "¿Pero qué estoy haciendo aquí, realmente? Eren siempre se encarga de todo… Yo solo soy una extra en esta misión."
Mientras avanzaban, finalmente escucharon un suave llanto en la distancia. La Señora de la Tranquilidad había comenzado su actuación. Unos metros más adelante, la figura de una mujer joven se veía entre las sombras, sollozando de manera desgarradora.
Planta Carnívora (Señora de la Tranquilidad): con una voz suave y angustiada "Ayuda… por favor… alguien, ayúdeme…"
Komeko, en su inocencia, casi corre hacia la figura, pero Eren la detuvo, poniéndole una mano en el hombro.
Eren: serio "No te acerques, Komeko. Esa no es una persona, es la Señora de la Tranquilidad."
Komeko: boquiabierta, impresionada "¿De verdad? ¡Qué increíble! ¡Entonces eso significa que estamos a punto de ver al Titán Warhammer en acción!"
Megumin rodó los ojos, sintiéndose un tanto inútil en comparación. Había planeado que, al menos esta vez, su magia explosiva pudiera ayudar, pero con Eren en el equipo, parecía que solo iba a presenciar el combate desde las sombras.
Historia: pensando en silencio "¿De qué sirve estar aquí si Eren puede hacerlo todo por su cuenta? Siempre es él quien acapara la atención… No importa cuánto me esfuerce, nunca recibiré el mismo reconocimiento."
Eren, mientras tanto, comenzó su transformación en el Titán Warhammer, generando una imponente estructura de cristal que envolvía su cuerpo. Al instante, el suelo tembló y una gigantesca maza cristalina se formó en sus manos. El poder de este titán no dejaba de asombrar a sus compañeros, y mucho menos a Komeko, que miraba con los ojos brillantes de emoción.
Komeko: gritando emocionada "¡Eres increíble, Eren! ¡Es como ver una leyenda en acción!"
La Señora de la Tranquilidad, revelando su verdadera forma grotesca con tentáculos y dientes afilados, intentó atacar a Eren. Pero él, con un solo golpe de la maza cristalina, destrozó a la planta carnívora en un instante, dejando solo restos esparcidos por el suelo del bosque.
Komeko: con una expresión de asombro y una risa encantada "¡Wow! Eso fue impresionante, Eren. ¡Podrías destruir cualquier cosa en este mundo!"
Megumin: susurrando para sí misma, un poco desanimada "¿Por qué me esfuerzo tanto si no puedo hacer ni la mitad de lo que él hace? Mi explosión ni siquiera fue necesaria…"
Mientras Megumin y Historia se sumían en sus pensamientos, Komeko, con su característica sinceridad infantil, se acercó a Eren, mirando hacia él con una mezcla de admiración y algo de decepción.
Komeko: con el ceño fruncido y los brazos cruzados "Eren, eres muy genial… pero es una lástima que te hayas enamorado de Aqua."
Eren: parpadeando, un poco sorprendido por el comentario "¿Qué? ¿Por qué dices eso?"
Komeko: encogiendo los hombros "Es solo que… desde que estás con ella, parece que te has ablandado. Los héroes legendarios no necesitan enamorarse ni tener esposas. ¡Tienen que ser fuertes y solitarios, como en las historias épicas!"
Eren se quedó sin palabras, sin saber si reír o sentirse incómodo. La lógica de Komeko era extraña, pero en cierto modo era comprensible viniendo de una niña de la Aldea Carmesí, donde las historias heroicas siempre tenían ese toque dramático de soledad y sacrificio.
Eren: suspirando y sonriendo de forma paciente "Komeko, todos necesitamos a alguien en quien apoyarnos. No importa cuán fuerte seas, nadie puede cargar con todo solo. Aqua es importante para mí, me da fuerzas para seguir adelante."
Komeko hizo una mueca de desagrado, como si la idea de un héroe necesitando a alguien no encajara en su ideal heroico.
Komeko: murmurando para sí misma "Sí, pero es más emocionante cuando el héroe es solitario…"
Historia, observando la interacción entre Eren y Komeko, sintió cómo sus propios sentimientos de inferioridad crecían. Mientras Eren hablaba con confianza y demostraba su poder, ella se sentía cada vez más insignificante en comparación. No importaba cuánto se esforzara; siempre parecía que Eren estaba un paso adelante, eclipsando cualquier intento de sobresalir por su cuenta.
Historia: pensando con tristeza "Si me quedo aquí, siempre seré la sombra de Eren… nunca lograré ser alguien por mí misma. Quizás… deba considerar otras opciones. Tal vez Ymir tenía razón al querer buscar un nuevo camino."
La misión terminó sin mayores problemas, pero el ambiente entre los miembros del equipo era una mezcla de emociones. Komeko estaba feliz y emocionada, mientras que Historia y Megumin parecían sumidas en pensamientos profundos. La admiración inocente de Komeko hacia Eren y sus comentarios, aunque sin mala intención, habían despertado inseguridades en ambas.
De regreso en Axel, en la casa de Eren y Aqua…
Después de la misión, Komeko pidió emocionada si podía tomar una foto con Eren para mostrarles a sus amigos en la Aldea Carmesí.
Komeko: con una gran sonrisa y sosteniendo una cámara "¿Puedo tomarme una foto contigo, Eren? ¡Es increíble que estés aquí con nosotros!"
Eren: con una sonrisa forzada, incómodo pero tratando de no desairar a la hermana de Megumin "Claro… supongo que una foto está bien."
Komeko se acercó, y ambos posaron para la foto, con la joven llenando el aire de alegría mientras Eren intentaba mantener la compostura.
Komeko: mirando la foto, emocionada "¡Gracias, Eren! ¡Esta foto es asombrosa! Mis amigos no me van a creer cuando les cuente que conocí a un… ¡demonio reencarnado!"
Eren se quedó callado, sin saber cómo reaccionar al apodo. Mientras tanto, Megumin lanzó una mirada de disculpa a Eren, evidentemente preocupada por la actitud de su hermana menor.
Más tarde, en la casa de Eren y Aqua…
Después de la visita de Komeko, el ambiente en la casa se volvió un poco tenso. Historia y Megumin parecían perdidas en sus pensamientos, y finalmente, Megumin decidió hablar con Eren en privado.
Megumin: suspirando, con expresión culpable "Lo siento mucho por la actitud de Komeko, Eren. Ella es muy impresionable y… a veces se deja llevar por lo que escucha en la Aldea Carmesí."
Eren: con una sonrisa comprensiva "No te preocupes, Megumin. Sé que la gente tiene sus prejuicios y expectativas. No es culpa de Komeko; ella solo es una niña."
Sin embargo, incluso después de sus palabras de consuelo, el ambiente seguía algo denso. Historia miraba hacia la ventana, perdida en sus pensamientos, reflexionando sobre su vida en Axel y la posibilidad de encontrar un camino diferente. La visita de Komeko solo había reafirmado sus dudas y deseos de mudarse con Ymir, buscando un propósito propio.
Historia: *susurrando a Ymir* "Ymir, creo que es hora de que nos mudemos juntas. Esto ya no es lo que solía ser.
"Ymir: *asintiendo* "Estoy de acuerdo, Historia. Las cosas han cambiado demasiado desde que llegamos aquí."Mientras tanto, Megumin también había estado pensando en su futuro. Habló con Historia e Ymir sobre la posibilidad de formar un grupo separado y mudarse a otro lugar.
Megumin: "Creo que es hora de que comencemos nuestra propia aventura, lejos de Axel y todo lo que representa."Historia e Ymir estuvieron de acuerdo, y comenzaron a hacer planes para su futura partida. La visita de Komeko había dejado claro que las cosas ya no eran lo que solían ser, y cada uno de ellos buscaba su propio camino en el mundo.El aire en la casa de Eren y Aqua estaba lleno de cambios y decisiones importantes que habían estado rondando en las mentes de los protagonistas. Finalmente, después de discusiones y reflexiones, el grupo decidió tomar caminos separados.Historia y Megumin tomaron la decisión de mudarse juntas y formar un nuevo equipo de aventureros con Ymir y Chris. Aunque la idea de separarse del grupo original les causaba cierta nostalgia, sabían que era hora de buscar nuevas experiencias y desafíos.
Después de despedirse de Eren, Aqua y Mikasa, Historia y Megumin comenzaron a establecer su nuevo camino. El grupo original se disolvía, pero sus lazos de amistad y aventuras compartidas permanecían en sus corazones.
Por otro lado, Mikasa había decidido quedarse en la casa de Eren, rogando por la oportunidad de vivir allí. Aqua accedió, con la condición de que Mikasa ayudara con las tareas domésticas, en especial con la limpieza de los baños. Mikasa aceptó la oferta con gratitud y se puso manos a la obra, asegurándose de cumplir con sus tareas con diligencia.
Sin embargo, Aqua tenía sus preocupaciones. Aunque confiaba en Mikasa, no podía evitar sentir cierto recelo debido a la relación especial que ella y Eren compartían como hermanos. Temía que Mikasa, como hermanastra, pudiera tener sentimientos más allá de la relación fraternal y que intentara seducir a Eren.P
ara evitar cualquier situación incómoda, Aqua tomó medidas drásticas. Un día, cuando Mikasa estaba ocupada limpiando la casa, Aqua se le acercó con una expresión seria."Mikasa, sé que eres parte de la familia ahora, pero quiero que entiendas mis preocupaciones", comenzó Aqua. "No puedo evitar pensar que podrías intentar seducir a Eren debido a su relación como hermanos".
Mikasa parpadeó sorprendida por la franqueza de Aqua. "Aqua, nunca haría eso. Eren y yo somos hermanos en el sentido más profundo".
Aqua asintió, pero su expresión seguía seria. "Lo sé, pero para asegurarme de que no haya malentendidos, quiero que uses esto". Sacó un objeto y lo mostró a Mikasa: un cinturón de castidad.
Mikasa se quedó atónita ante la vista del cinturón de castidad. "¿Estás en serio, Aqua?"
Aqua asintió con determinación. "Sí, estoy en serio. Quiero que uses esto para asegurarte de que no haya malentendidos ni tentaciones. Solo lo quitaré cuando Eren y yo estemos seguros de que tus intenciones son puras".
Mikasa suspiró resignada y tomó el cinturón. "Si esto es lo que necesitas para estar tranquila, entonces lo usaré".
Aqua sonrió satisfecha. "Gracias, Mikasa. Solo quiero que todos vivamos en armonía y sin preocupaciones".A medida que los días pasaban, Mikasa vivía con su nuevo "accesorio" mientras cumplía con sus tareas en la casa de Eren y Aqua. Aunque la situación era inusual y en ocasiones incómoda, Mikasa sabía que Aqua solo estaba tratando de proteger la relación entre todos.
Con el grupo original disuelto y nuevos caminos por delante, la vida de los protagonistas continuaba su curso,
Escena: La conversación en busca de un "acuerdo"
La casa se encontraba en un silencio incómodo. Eren y Aqua estaban sentados uno frente al otro en la pequeña mesa de la cocina, ambos evitando la mirada del otro. Habían llegado a un punto en su relación donde las tensiones y diferencias no podían seguir siendo ignoradas. Eren estaba decidido a encontrar una salida que le permitiera tener una vida satisfactoria, mientras que Aqua, aunque insegura y dudosa, parecía dispuesta a considerar sus palabras.
Eren: tomando un respiro profundo "Aqua, quiero que sepas que no estoy sugiriendo esto porque quiera alejarme de ti. Solo quiero que ambos estemos bien en este matrimonio."
Aqua: bajando la vista "Lo sé, Eren... pero no puedo evitar sentir que esto es una forma de... ¿escapismo? Como si estuvieras buscando algo que yo no puedo darte."
Eren sintió un peso en el pecho, pero trató de mantenerse sereno. Sabía que Aqua, con su naturaleza inocente y a veces despreocupada, realmente no entendía el alcance de sus propias palabras. Sin embargo, la situación entre ellos era más compleja. Él deseaba algo más, algo que Aqua, por su propia naturaleza divina, no podía darle sin sufrir.
Eren: con tono suave pero determinado "Aqua, eso no es lo que busco. Pero, siendo realistas… tú misma dijiste que el acto físico te hace perder poderes y te causa dolor. No quiero verte sufrir por algo que, para mí, es una necesidad. Y entiendo que podríamos… buscar otros caminos."
Aqua lo miró, entrelazando las manos nerviosamente sobre la mesa. Sabía que Eren no la amaba de la forma en que un esposo ama a su esposa, y la realidad era que ella tampoco había desarrollado ese amor hacia él. Pero, al mismo tiempo, estaba ligada a este matrimonio, obligada por las circunstancias y por la promesa de no maldecir su propia existencia y la de su hijo.
Aqua: "Entonces, estás diciendo que… ¿podríamos tener una relación abierta? Pero, ¿qué significaría eso para nosotros, Eren? ¿Qué pasará si uno de nosotros encuentra a alguien más que quiera de verdad?"
Eren sonrió levemente, viendo en los ojos de Aqua una chispa de vulnerabilidad que rara vez mostraba. En ese momento, sus pensamientos se volvieron más calculadores. Sabía que Aqua aún tenía dudas y que, si podía manejar la situación con sutileza, él tendría mayor libertad sin el peso de la culpa o las restricciones que ella podría imponer.
Eren: "Bueno, eso es lo que quería discutir contigo. Mira, las reglas de Axis dicen que los matrimonios abiertos son permitidos, pero hay ciertas restricciones. Podríamos acordar que cualquier relación fuera de nuestro matrimonio debe ser discreta, y solo con personas de confianza."
Aqua: mordiéndose el labio con nerviosismo "¿Discreta? No quiero que esto se convierta en un secreto doloroso… pero entiendo. Supongo que eso significa que yo también podría… explorar, siempre que cumpla con las reglas."
Eren sintió una ligera punzada de celos ante esa idea, pero no podía retractarse ahora. Era consciente de que si Aqua aceptaba este acuerdo, él tendría mayor libertad de acción, pero también debía darle algo a cambio.
Eren: haciendo un esfuerzo por mostrarse abierto "Sí, Aqua. Ambos podemos explorar, siempre que nos mantengamos respetuosos el uno con el otro. Si eso significa que puedes encontrar consuelo en alguien más sin que eso afecte nuestra vida aquí… creo que podemos intentarlo."
Aqua lo miró fijamente, buscando algún rastro de sinceridad en sus palabras. Para ella, todo esto seguía siendo un territorio desconocido y algo intimidante. Pero había sentido la soledad dentro de este matrimonio, una sensación que la atormentaba en las noches en las que Eren se retiraba a la cama sin siquiera tocarla.
Aqua: con voz baja "Está bien, Eren… podemos intentarlo. Pero, por favor, prométeme que siempre seremos honestos. No quiero sentir que esto es una excusa para alejarnos más."
Eren asintió, tratando de proyectar una apariencia de sinceridad. Sabía que estaba jugando con fuego, pero al mismo tiempo sentía que esta libertad le daría una oportunidad para vivir de la manera que él deseaba, aunque fuera parcialmente.
Eren: tomándole la mano suavemente "Te lo prometo, Aqua. Quiero que ambos estemos cómodos en esto. Y, si en algún momento alguno de los dos quiere detenerlo, lo haremos. No quiero que te sientas atrapada."
Aqua soltó un suspiro de alivio, aunque en el fondo no estaba segura de cómo se sentiría en el futuro con este arreglo. La sola idea de que Eren pudiera buscar consuelo en otra persona le causaba una sensación extraña, mezcla de celos y resignación. Pero si era eso lo que necesitaban para mantener su relación sin que él la despreciara, entonces estaba dispuesta a intentarlo.
Aqua: sonriendo con algo de tristeza "Gracias, Eren. Espero que podamos hacer esto funcionar… aunque sea por nuestro hijo."
Escena: La vida sigue en Axel
Habían pasado meses desde que Eren y Aqua discutieron las reglas de su "acuerdo". La vida en Axel continuaba, y tanto Eren como Aqua parecían haber encontrado un ritmo que, aunque no ideal, mantenía la paz en su hogar. Las miradas cruzadas y las tensiones incómodas habían menguado, reemplazadas por una rutina que les permitía coexistir sin demasiadas fricciones.
Aqua había dejado de lado sus días como aventurera, ocupándose completamente de sus responsabilidades en la iglesia de Axis. Con el tiempo, se convirtió en la arcipestre de mayor rango en la ciudad. Aquella vida religiosa, sorprendentemente, la llenaba de satisfacción. Su rol de "guía espiritual" parecía haberse convertido en su identidad definitiva; hablaba sobre la diosa Aqua casi como si fuera otra persona, una figura celestial y benévola a la que ella, la arcipestre, servía con devoción.
Interior de la Iglesia de Axis, durante un sermón
Aqua estaba de pie en el altar, hablando con entusiasmo a los devotos. Con cada palabra, su fervor aumentaba, y sus seguidores respondían con miradas de admiración y devoción.
Aqua: alargando las manos hacia la multitud, su voz llena de convicción "¡La diosa Aqua promete una segunda oportunidad para todos sus fieles! Al final de esta vida, aquellos que la sigan renacerán en un mundo diferente, un paraíso sin monstruos, un lugar de paz y tecnología que supera nuestra imaginación."
Los devotos la miraban con ojos brillantes. Algunos de ellos llevaban ya meses escuchando esta promesa, y parecía alimentar en ellos una esperanza profunda y ferviente.
Eren, quien había asistido al sermón por curiosidad, observaba desde el fondo del salón, con una expresión entremezclada de escepticismo y desconcierto. Sabía que Aqua se refería al mundo en el que él había crecido, un mundo que ya no existía, un mundo devastado por la guerra y el odio. Sus labios se torcieron en una mueca amarga al recordar las palabras de Armin, quien le había contado cómo todo había terminado.
Aqua: con los ojos llenos de fe "¡Un mundo sin conflictos, sin titanes, donde todos vivirán en armonía! ¡Un mundo donde los sacrificios serán recompensados y el sufrimiento ya no será necesario!"
Eren miró alrededor y notó que algunos devotos de la iglesia de Axis le dirigían miradas de desdén. Al principio, había pensado que era por su aspecto o su pasado por el retumbar.
, pero pronto se dio cuenta de que había algo más. Aquellos devotos no parecían tener ninguna conexión o resentimiento típico de marleyanos. Era algo más profundo, una sospecha que comenzaba a inquietarlo. ¿Acaso sabían quién era Aqua realmente? ¿Que la diosa Aqua, su figura de culto, no era solo una entidad lejana, sino que caminaba entre ellos, respirando el mismo aire?
Al caer la tarde, en la casa de Eren y Aqua
Eren y Aqua se sentaron juntos después de la cena, un momento raro en el que ambos estaban en casa y sin distracciones. Eren rompió el silencio con una pregunta que había estado rondando en su mente desde que estuvo en la iglesia.
Eren: cruzando los brazos y mirándola seriamente "¿No te parece extraño cómo los seguidores de Axis te miran, Aqua? Fui a tu sermón hoy y… noté algo en sus miradas."
Aqua: encogiéndose de hombros con una sonrisa despreocupada "¡Oh, Eren, seguro te miraban porque eres un aventurero no miembro del culto! No les agrada mucho la gente que no son devotos de Axis."
Eren: inclinándose hacia adelante, con tono serio "No, Aqua. No creo que sea solo por eso. Es como si sospecharan de ti. Como si creyeran que estás… contaminando de alguna manera su creencia."
Aqua parpadeó, sorprendida. Durante los meses que había dedicado a predicar, se había sentido cada vez más conectada con la iglesia de Axis, adoptando el rol de arcipestre con devoción. No podía entender por qué alguien pondría en duda su compromiso.
Aqua: con expresión confusa "¿Corromper? ¿Yo? ¡Eren, soy la arcipestre! Me dedico cada día a guiar a los seguidores de Aqua hacia la promesa del renacimiento en un mundo mejor. Mis palabras son las palabras de la diosa."
Eren: frunciendo el ceño "Eso es precisamente lo que me preocupa, Aqua. Hablas de ese mundo como si fuera un paraíso… pero tú no sabes la verdad. Ese mundo que prometes… se autodestruyó. Fue consumido por su propia guerra. Los seguidores de Axis podrían terminar en un lugar muy diferente de lo que creen."
Aqua bajó la mirada, afectada por la dureza en la voz de Eren. Sabía que él tenía un pasado complicado, pero siempre había visto su fe en el renacimiento como una promesa de esperanza, no como una mentira.
Aqua: en voz baja, visiblemente dolida "Eren… yo solo quiero que tengan algo a lo que aferrarse. Algo que les dé esperanza en este mundo difícil. Si eso implica un pequeño engaño, entonces… ¿es tan malo?"
Eren: suspirando, con una expresión de resignación "No se trata solo de engañar, Aqua. Se trata de entender en lo que estamos metidos. A veces siento que has olvidado lo que eres… que eres la diosa Aqua. Has dejado que esta identidad de arcipestre consuma tu verdadero ser."
Aqua: volviendo a alzar la vista, visiblemente molesta "¿Y acaso eso es malo? Por primera vez siento que soy parte de algo, que tengo un propósito verdadero. Ser arcipestre me da la oportunidad de ayudar a las personas, de guiarlas. Y aunque hablo de la diosa Aqua, es como si yo misma fuera otra. La arcipestre y la diosa son dos personas distintas, Eren. Yo ya no… siento que soy esa Aqua del pasado."
Eren se quedó en silencio. Había una tristeza profunda en los ojos de Aqua, una sensación de pérdida que no había notado antes. Comprendió que, en algún nivel, Aqua estaba tan atrapada en su identidad de arcipestre como él lo estaba en su papel de aventurero y en la sombra de su pasado.
Eren: mirándola con una mezcla de tristeza y comprensión "Aqua…
Tienes seguidores que te veneran, y si descubrieran la verdad, no sé cómo reaccionarían. ¿No te preocupa que algún día eso salga a la luz?"
Aqua se quedó en silencio, asimilando las palabras de Eren. Sabía que había tomado el rol de arcipestre con demasiada seriedad, casi al punto de perderse a sí misma en la imagen que proyectaba. Sin embargo, en su mente, no era más que una simple guía, alguien que podía ofrecer consuelo a los que sufrían. Quizás, en el fondo, esa era su forma de lidiar con su propia existencia y su rol en este mundo.
Aqua: suspirando, finalmente "Tal vez tengas razón, Eren… pero ahora, todo lo que puedo hacer es seguir adelante. No puedo volver atrás y ser esa diosa sin propósito. Este es el camino que elegí, y… espero que sea el correcto."
Eren asintió lentamente, entendiendo que, en el fondo, ambos estaban buscando lo mismo: redención, propósito, y un lugar al que pertenecer. Aunque sus caminos fueran diferentes, sabía que, en esa extraña ciudad de Axel, ambos intentarían encontrar su propia paz, de una forma u otra.
La tensión entre ellos parecía haber disminuido, al menos por ahora, mientras ambos aceptaban sus papeles en ese extraño y caótico mundo.
La casa estaba silenciosa, el ambiente cargado de una tensión que ni siquiera el habitual bullicio de Axel parecía capaz de romper. Eren y Aqua habían pasado la cena en silencio, cada uno sumido en sus propios pensamientos. Finalmente, Eren fue quien rompió la quietud, dejando escapar las palabras que llevaba tiempo conteniendo.
Eren: con voz baja, casi como si estuviera meditando en voz alta "A veces… me pregunto por qué no eres como Eris."
Aqua levantó la vista, sorprendida y herida. Podía ver la mirada crítica de Eren, esa que había aprendido a identificar como desaprobación, y una punzada de resentimiento se instaló en su pecho.
Aqua: ofendida, con una mezcla de dolor y confusión "¿Cómo que por qué no soy como Eris? ¿Qué tiene ella que yo no?"
Eren: cruzando los brazos, con el rostro sombrío "Mira, el culto de Eris tiene sus restricciones. Pueden ser homofóbicos, sí, y muy estrictos en cuestiones de moralidad, pero… son sinceros. Trabajan duro, se apoyan entre ellos y practican lo que predican. Hay cierta… coherencia, aunque no esté de acuerdo con ellos. Pero el culto de Axis…" suspira "Es un desastre, Aqua. Promueven la conversión forzada, el libertinaje sin sentido, y se alientan entre ellos a atacar otras religiones… Todo para reclutar más seguidores en lo que parece ser una estafa."
Aqua sintió que sus palabras la atravesaban como cuchillas. No era la primera vez que alguien criticaba al culto de Axis, pero escuchar esos reproches de Eren… alguien en quien, a pesar de todo, había empezado a confiar, era algo que le dolía profundamente.
Aqua: mirándolo con ojos llenos de lágrimas, su voz temblando "¿De verdad piensas así de mí… de lo que hago? Eren, solo… intento encontrar un propósito, algo que me mantenga viva en este mundo. Tu odio… tu desprecio hacia mí y hacia lo que soy… duele más de lo que imaginas."
Eren no desvió la mirada, pero tampoco suavizó su tono. Había aprendido, a través de la dura experiencia, a no reprimir sus sentimientos, incluso si eso significaba herir a los demás.
Eren: "Desde niño, Aqua, crecí odiando las religiones. En mi mundo, había el culto al Muro… una completa farsa. Y más allá del Muro, el culto a Ymir Fritz, el 'demonio de la tierra'... más odio, más mentiras. Cuando llegué aquí y tú te presentaste como una diosa… me diste un golpe de realidad. Incluso te burlaste de mí, de mi propia existencia. ¿Recuerdas cómo me restregaste en la cara tu poder?"
Aqua bajó la cabeza, sintiendo un peso en su corazón. Nunca había visto a Eren tan abierto sobre su odio hacia lo que ella representaba. Ella, que había pasado siglos como la diosa que los humanos invocaban en su desesperación y desdicha, nunca había esperado recibir una crítica tan directa… y tan personal.
Finalmente, incapaz de soportarlo más, Aqua sintió que algo dentro de ella se rompía. Levantó la vista, con una mirada cargada de una vulnerabilidad y desesperación que Eren nunca le había visto.
Aqua: con voz débil, casi susurrando "Eren… hay algo que debes saber. Algo que nunca le he dicho a nadie."
Eren la observó con el ceño fruncido, sorprendido por la repentina seriedad en su voz. Aqua tomó aire, tratando de calmar el temblor en sus manos antes de continuar.
Aqua: "Si algún día… pierdo todos mis seguidores… desapareceré. Me desvaneceré de este mundo, como si nunca hubiera existido. Esa es… mi mayor debilidad."
Eren se quedó en silencio, asimilando las palabras. De pronto, toda la dedicación de Aqua hacia el culto de Axis, su afán por ganar seguidores, cobraron un nuevo sentido. No era solo una forma de pasar el tiempo; era su única manera de aferrarse a la existencia.
Aqua: con lágrimas en los ojos, mirándolo suplicante "Por favor, Eren… te lo suplico. Guarda mis secretos. No… no me quites eso. No me mates."
Aqua le rogaba, su voz quebrada, su postura reflejando una desesperación que nunca antes había mostrado. Eren podía ver la fragilidad que ocultaba bajo su fachada de arcipestre y deidad. Pero antes de que él pudiera procesar del todo lo que sentía, Aqua, en un acto de desesperación, tomó una decisión inesperada.
Aqua: con voz trémula, bajando la cabeza en sumisión "Puedes hacer conmigo lo que quieras, Eren. Si eso es lo que hace falta para que guardes mis secretos… haré lo que me pidas. No importa qué."
La atmósfera entre ellos se volvió densa, tensa. Aqua cerró los ojos, esperando que él tomara su oferta, preparada para cualquier cosa que él pudiera pedirle. Sentía sus manos temblar de anticipación, su mente corriendo en todas direcciones. Esperaba un beso, alguna caricia, o incluso algo más osado… cualquier cosa que Eren decidiera para sellar su promesa.
Pero, en lugar de eso, lo que sintió fue algo totalmente inesperado.
¡PLAF!
El sonido de una nalgada resonó en la habitación, sacándola completamente de sus pensamientos oscuros. Abrió los ojos, sorprendida, y miró a Eren, quien tenía una leve sonrisa torcida en el rostro, mezcla de burla y desafío.
Aqua: sorprendida, llevándose la mano al trasero y mirándolo con ojos coquetos "¡Ay, Eren… mi trasero!"
El momento de tensión se rompió de golpe, y Aqua no pudo evitar soltar una pequeña risa. Eren negó con la cabeza, como si intentara mantener la compostura, pero una sonrisa traviesa asomó en sus labios.
Eren: rodando los ojos, pero con una expresión más suave "No seas dramática, Aqua. No necesito usarte de esa manera. Pero…" la mira con un brillo en los ojos "la próxima vez que me ofrezcas algo así, al menos ten cuidado con lo que deseas."
Aqua se sonrojó, sin saber si estaba más avergonzada por la nalgada o por su propia reacción coqueta. Sin embargo, una sensación de alivio la llenó. De alguna manera, aquel simple gesto le permitió liberar parte de la tensión acumulada, y, aunque sabía que las palabras de Eren aún resonaban dolorosamente en su mente, se sentía un poco más ligera.
Aqua: tratando de recuperar la dignidad, pero aún sonriendo "Hmph. Sabes, Eren, eres un hombre muy extraño. Pero… gracias. Por no… bueno, ya sabes."
Eren: encogiéndose de hombros "No te hagas la tonta. Sabes que no soy como esos seguidores tuyos de Axis. Solo intenta ser un poco más… honesta contigo misma, ¿sí?"
Aqua asintió, una extraña mezcla de sentimientos palpitando en su pecho. Sabía que el camino que tenía por delante no sería fácil, pero en ese momento, con Eren a su lado y esa pequeña chispa de humor entre ellos, sintió que podía soportarlo un poco más.
Escena: La Fiesta de Zell y el Despertar de Aqua
Habían pasado algunos días desde la noche en que Aqua, en su momento de mayor vulnerabilidad, reveló a Eren su secreto. Aunque esa conversación había sido emocionalmente desgarradora, también había permitido que entre ellos surgiera una nueva comprensión mutua. Sin embargo, Aqua había retomado su habitual entusiasmo, y hoy parecía más animada que nunca.
Eren estaba en la cocina cuando Aqua irrumpió en la habitación, con una expresión de emoción y determinación en su rostro.
Aqua: con una sonrisa radiante "¡Eren! ¡He tenido una gran idea! Necesitamos organizar una fiesta para Zell."
Eren: arqueando una ceja, con su habitual expresión de escepticismo "¿Una fiesta? ¿Para Zell? ¿Y para qué, exactamente?"
Aqua: emocionada "Es una celebración especial. Algo así como… el equivalente a un
" Aqua lo dijo con una naturalidad que casi hizo que Eren soltara una carcajada, pero se contuvo, esperando más detalles.
Aqua: con una sonrisa amplia, como si estuviera compartiendo el secreto de una gran tradición "Es una ceremonia que simboliza que Zell es oficialmente aceptada como uno de mis hijos, bajo la protección del culto de Axis. ¡Es algo que todos los seguidores devotos deberían tener al principio de sus vidas!"
Eren frunció el ceño, sin poder evitar notar una contradicción en las palabras de Aqua. La observó por un momento, antes de hablar, con ese tono tranquilo pero mordaz que solía usar cuando quería desafiarla.
Eren: "Aqua… a veces hablas como si fueras solo una arcipreste cualquiera del culto de Axis. Olvidas que tú misma eres la figura de culto. No eres solo una fiel más, sino la deidad a la que rezan."
La sonrisa de Aqua se desvaneció, y una expresión de desconcierto cruzó su rostro. Parpadeó varias veces, como si acabara de darse cuenta de algo que había ignorado durante mucho tiempo.
Aqua: con voz vacilante "Yo… tienes razón, supongo. A veces me emociono tanto con la idea de ser parte de todo esto que olvido… quién soy realmente."
Eren observó su confusión, casi compadeciéndola. Aunque a veces Aqua lo sacaba de quicio, en ese momento pudo ver la contradicción que ella misma llevaba dentro: una diosa que anhelaba ser parte de los mortales, y que, sin darse cuenta, se veía atrapada en su propio culto.
Eren: cruzando los brazos, con un tono pensativo "Entonces… si vas a hacer esta 'fiesta' para Zell, ¿cómo piensas organizarla?"
El rostro de Aqua recuperó rápidamente su brillo, aliviada de que la conversación se desviara hacia algo más simple. Sonrió, entusiasmada de nuevo, y comenzó a gesticular con las manos mientras explicaba.
Aqua: "¡Será fabuloso, Eren! Vamos a invitar a nuestros amigos, a todos los que conocemos. ¡Historia y su grupo también estarán invitados! Seguro que vendrán Ymir y Darkness, aunque Darkness y Chris no podrán asistir porque son del culto de Eris." Aqua hizo un pequeño mohín, casi como una niña a la que le negaban un dulce.
Eren frunció el ceño, mostrando un leve interés por primera vez.
Eren: "¿Entonces estarán Historia y Ymir? ¿Y mirarán cómo sometes a Zell a una ceremonia del culto de Axis?"
Aqua: asintiendo con emoción "¡Exactamente! Será una gran oportunidad para que vean lo increíble que es el culto de Axis. ¡Tal vez incluso podamos hacer que Ymir se interese! Aunque con lo devota que es de Historia… lo dudo un poco."
Eren no pudo evitar una sonrisa irónica ante la idea. La mera imagen de Ymir, con su personalidad directa y feroz, en una ceremonia del culto de Axis era algo que encontraba tan absurdo que casi le resultaba divertido.
Eren: con un tono sarcástico "No sé si lo llamaría increíble. Probablemente será un caos, como todo lo que haces."
Aqua le lanzó una mirada ofendida, cruzando los brazos y levantando la barbilla con orgullo.
Aqua: "¡Te aseguro que esta vez será diferente! Zell merece una ceremonia digna, y además…" bajó la voz, como si estuviera compartiendo un secreto "… quiero mostrarles a todos lo especial que es esta ceremonia. Algo que no olviden."
Eren miró a Aqua durante un momento, viendo la mezcla de entusiasmo y ternura que ella proyectaba hacia Zell. A pesar de todas las críticas y diferencias, había algo genuino en la forma en que Aqua se preocupaba por esa criatura que había acogido bajo su cuidado.
Eren: suspirando, aunque con una leve sonrisa "Está bien. Hagamos esta 'fiesta' para Zell, entonces. Pero será mejor que no te olvides de planearlo todo bien. No quiero ver a la gente corriendo aterrorizada… otra vez."
Aqua: con una sonrisa radiante y llena de determinación "¡Confía en mí! ¡Será perfecto! Ya verás."
A medida que Aqua comenzaba a hablar animadamente sobre la decoración, las invitaciones y los preparativos, Eren sintió una leve punzada de curiosidad y algo que casi podría llamarse expectativa. Quizás la idea de reunir a todos sus amigos y conocidos en esa ceremonia absurda del culto de Axis resultaría en el caos de siempre… o quizás, en el fondo, sería una oportunidad para fortalecer los lazos que él mismo había ido formando en este mundo extraño y confuso.
La voz de Aqua resonaba en la habitación mientras ella, con un entusiasmo renovado, continuaba detallando los planes para la ceremonia. Eren, por primera vez en mucho tiempo, permitió que su expresión se relajara un poco, dejando que una leve sonrisa apareciera en su rostro mientras observaba la extraña mezcla de caos y cariño que era Aqua.
Escena: Reflexiones y Planes de una Diosa y un Guerrero
Mientras Aqua continuaba organizando los preparativos para la ceremonia de iniciación de Zell, Eren permanecía en silencio, perdido en sus propios pensamientos. Miraba distraídamente la actividad en torno a Aqua, pero su mente se encontraba lejos de allí, en un lugar y tiempo diferente. Sin darse cuenta, su mente había comenzado a divagar hacia alguien más… hacia Historia.
Pensaba en el tiempo que había pasado desde su último encuentro significativo con ella, en todo lo que habían vivido juntos y en las promesas que alguna vez hicieron, tanto en palabras como en silencios. La pregunta resonaba en su cabeza: ¿Realmente la dejé de amar alguna vez? Se cuestionaba si ese amor, que alguna vez sintió tan profundamente, había sido tan solo un recuerdo pasajero, o si aún residía en su corazón, enterrado bajo capas de culpa y decisiones que tomó por el bien de todos.
Por un breve instante, una idea surgió en su mente. Si Historia y Ymir se unieran al culto de Axis, podrían ser una pareja libremente sin restricciones, aceptadas en toda la comunidad de Axis. El culto era extraño y con costumbres caóticas, pero paradójicamente, aceptaban relaciones y matrimonios de toda índole sin juzgar. Una vez dentro del culto, Eren podría justificar un "arreglo" especial… tal vez algo como un matrimonio abierto, donde él también pudiera estar cerca de Historia, sin dañar su relación con Ymir. La idea lo tentó por un momento, como una especie de camino fácil para todos.
Pero enseguida rechazó esa idea, exhalando con resignación. No, se dijo. Historia y él nunca tuvieron nada en su mundo original. Todo había sido un lazo de apoyo y comprensión, pero la vida los había empujado en direcciones distintas. Forzar esa conexión en este mundo sería una traición no solo a Historia, sino también a sí mismo. No importaba cuán diferentes fueran las reglas de este mundo; ese tipo de escapatoria era una ilusión egoísta.
Mientras Eren seguía sumergido en sus pensamientos, Aqua, ajena a sus dilemas internos, también se encontraba inmersa en una serie de reflexiones propias.
Aqua: pensando para sí misma, observando a Eren de reojo "¿Por qué siento celos cuando pienso que Eren podría estar con otras mujeres? Es ridículo…" suspira "Es humillante, ¿no? Yo, una deidad, casada con un mortal… y fue solo para no perder mis poderes después de quedar embarazada por un desliz en una noche de borrachera…"
La sola idea la hacía rechinar los dientes. ¿Cómo podría una figura de culto como ella aceptar la idea de un marido que, encima, le fuera infiel? Era algo que hería profundamente su orgullo como diosa. Y la posibilidad de que Eren estuviera con otra mujer, especialmente con alguien como Wolbach, la enervaba. En su mente, ese hipotético escenario no solo representaría una traición, sino una especie de humillación adicional: sería como admitir que Wolbach era mejor que ella.
Aqua: con expresión seria mientras sus pensamientos se volvían más caóticos "Y pensar que si regresara al cielo… todos se burlarían de mí. Dirían: 'Mira a Aqua, la diosa que se dejó engañar por un mortal'. ¡Qué vergüenza!"
Su mente saltaba de un pensamiento a otro, y pronto, otra idea insidiosa se asomó en su cabeza. ¿Acaso sería realmente engañada si ella misma lo consintiera? Si ella aceptara ciertas reglas o condiciones para sus relaciones… eso cambiaría la naturaleza del asunto, ¿verdad?
Poco a poco, una idea se formaba en su mente, al igual que lo había hecho antes en la cabeza de Eren. Si Historia se uniera al culto de Axis… podría permitir que fuera una amante o concubina de Eren. Sería parte de los suyos, de su círculo sagrado, y entonces no habría traición. No si todo estaba bajo su control.
Aqua: pensando con resolución "Eren quería reglas, ¿no? Pues reglas va a tener. Si quiere alguna clase de… relación especial, entonces tendrá que ser con alguien dentro del culto de Axis, alguien que yo apruebe. Y nunca con alguien de esos sectarios de Eris, o algún otro grupo que me desagrade."
Mientras Aqua continuaba elaborando esta idea, su voz comenzó a elevarse, sin darse cuenta de que algunos de los presentes en el lugar ya estaban escuchando fragmentos de su monólogo.
Aqua: con un tono desafiante, hablando consigo misma en voz alta "Apuesto a que si Eris tuviera marido, ni siquiera lo entendería. ¡Ni siquiera sabría lo que es lidiar con estas emociones tan… humanas!"
En ese momento, un grupo de seguidores del culto de Eris que se encontraba cerca de Aqua soltó un jadeo de indignación, lanzándole miradas de absoluto desdén.
Seguidor de Eris: escandalizado "¡Blasfema! ¿Cómo te atreves a insultar a la divina Eris de esa manera?"
Otro de los seguidores la abucheó, sacudiendo la cabeza con desaprobación. Los susurros de acusaciones de herejía comenzaron a circular entre los presentes, y Aqua, al darse cuenta del pequeño alboroto que había causado, levantó ambas manos en un intento de calmar las aguas.
Aqua: riendo nerviosa "¡Vamos, vamos! ¡Solo era una pequeña broma, nada más! ¡No se lo tomen tan en serio, amigos!"
Sin embargo, los seguidores de Eris no parecían dispuestos a perdonarla tan fácilmente. Y Eren, que había estado observando en silencio, no pudo evitar esbozar una sonrisa burlona al ver a Aqua tratar de aplacar la ira de sus rivales religiosos.
Eren: susurrando en tono sarcástico mientras cruzaba los brazos "Si esta es tu idea de mantener la armonía en la fiesta de Zell… no me sorprendería que termine en caos."
Aqua le lanzó una mirada de indignación mezclada con vergüenza, al tiempo que trataba de apartar la atención de los seguidores de Eris con una sonrisa forzada.
Aqua: murmurando entre dientes "Ni te atrevas a burlarte, Eren."
El día de la fiesta de Zell había llegado, y amigos y familiares se reunieron para celebrar la ocasión. Entre ellos se encontraban Eren, Aqua, Historia, Ymir y muchos otros. La atmósfera estaba llena de alegría y felicidad mientras el pequeño Zell era presentado ante todos.
Después de la ceremonia, mientras todos compartían momentos de conversación y risas, Eren se acercó a Historia en un momento de tranquilidad.
Eren: "Historia, tengo algo que decirte. En el culto de Axis, se permiten las relaciones del mismo sexo y poliamorosas. Pensé que tal vez te interesaría saberlo.
"Historia miró a Eren con sorpresa y se tomó un momento para procesar la información. Aquella noticia parecía despertar una nueva posibilidad en su mente.
Historia: "Eso es interesante, Eren. No sabía que el culto de Axis tenía esas políticas. Es algo que definitivamente consideraré."
Mientras Eren y Historia hablaban, Ymir se acercó al grupo. Aunque había estado disfrutando de la celebración, la conversación captó su atención. Cuando escuchó sobre el culto de Axis y las políticas que mencionaba Eren, una sombra de nostalgia cruzó por su mirada.
Ymir: "Vaya, eso me recuerda a mi niñez. Fui criada por un culto en mi vida pasada, y en muchos aspectos, estos fanáticos de Axis me recuerdan a ellos."
Historia: "¿En serio? ¿Cómo era ese culto?"
Ymir: "Eran devotos de Ymir Fritz, creían en la divinidad de su nombre y la veneraban. Aunque había muchas reglas extrañas y rígidas en ese culto, algunos aspectos eran sorprendentemente similares a lo que mencionas sobre el culto de Axis."
La conversación continuó entre ellos, compartiendo anécdotas y pensamientos sobre las creencias y tradiciones de los distintos cultos. Mientras tanto, en la distancia, Zell seguía siendo el centro de atención, rodeado de amor y felicidad en este día especial.En el bautizo de Zell, la atmósfera estaba llena de celebración y alegría. Amigos y familiares se reunieron para celebrar la vida del pequeño y darle la bienvenida a su nueva familia.
Eren, emocionado, sostenía a Zell en sus brazos mientras observaba a Aqua y a su hijo con cariño. Sin embargo, en lo más profundo de su mente, todavía había preocupaciones que lo inquietaban. Las diferencias de opiniones entre él y Aqua sobre su vida íntima seguían siendo un tema sin resolver.Mientras tanto, Aqua hablaba con Historia, quien escuchaba atentamente todo lo que la nueva madre tenía que decir.
Aqua: (suspira) Historia, tengo que confesarte algo... Eren ha estado insistiendo en que quería hacerlo conmigo, pero... me duele mucho debido a mi naturaleza de origen. No quiero volver a pasar por eso y quedarme con mis poderes a bajo nivel.
Historia: (preocupada) Oh, Aqua, lo siento mucho. Debe ser difícil para ti.
Aqua: (asiente) Sí, lo es. Pero Eren ha estado hablando sobre las reglas del culto de Axis, diciéndome que podríamos tener un matrimonio "abierto" y que él podría buscar satisfacción con otras personas.
Historia: (sorprendida) ¿Un matrimonio abierto?
Aqua: (confundida) Sí, eso es lo que él sugiere. En el libro de reglas del culto de Axis que escribi hace siglos, se permiten relaciones del mismo sexo y poliamorosas.
Historia: (pensativa) Ya veo... es interesante saber que el culto de Axis tiene esas reglas.
Aqua: (preocupada) Pero no estoy segura de si eso funcionaría para nosotros. No sé si podría soportar ver a Eren con otras mujeres.
Historia: (comprende) Entiendo tus preocupaciones, Aqua. Debes tomar una decisión que te haga sentir cómoda y feliz. No importa lo que el culto de Axis permita, lo importante es lo que tú sientas que es correcto para ti y para tu matrimonio.
Aqua: (agradecida) Gracias, Historia. Es reconfortante tener a alguien con quien hablar sobre esto.
Historia: (sonriendo) Siempre estaré aquí para ti, Aqua. Y te apoyaré en cualquier decisión que tomes.
rutina diaria en la casa de Eren y Aqua se había convertido en una verdadera comedia de situaciones.
Mikasa había aceptado ser su sirvienta y también cuidar al pequeño Zell cuando Eren y Aqua estaban en misiones. Aunque al principio le costó adaptarse a esta nueva vida, Mikasa encontró la manera de hacerlo divertido y entretenido.
Eren, por su parte, había retomado su faceta de aventurero solitario, aunque ocasionalmente contaba con la compañía de Aqua en sus misiones. Aunque la diosa era de poca utilidad en las peleas, siempre se aseguraba de animar a Eren y de mantener el espíritu alto incluso en las situaciones más difíciles.
Eren podria estar en una mision que para cualquier otro fuera una mision suicida, mientras Aqua atendian el culto de Axis en la iglesia de Axel.
Mikasa estaba en casa con Zell, quien estaba jugando alegremente en su cuna. Mikasa lo miraba con ternura y se daba cuenta de cuánto había cambiado su vida desde que llegó a vivir con Eren y Aqua.
Mikasa: (susurrando) Quién lo diría... terminé siendo la sirvienta de una diosa y cuidando a un bebé.
Pero de alguna manera, no lo cambiaría por nada en el mundo.
L
Los días pasaban, y la vida de Eren, Aqua y Zell en Axel se había vuelto una comedia cotidiana, repleta de extraños y encantadores momentos. Mikasa, quien ahora se encargaba de cuidar a Zell con una devoción que parecía desafiar su expresión siempre estoica, había aceptado su papel como niñera del pequeño en ausencia de sus padres. A pesar de la incomodidad de su situación con el dispositivo de castidad que Aqua insistía en que llevara, Mikasa había encontrado paz en los balbuceos y risas de Zell. Cuidar de él le daba un propósito y una conexión inesperada, especialmente en un mundo que le resultaba tan extraño y diferente al suyo.
Mientras tanto, la relación entre Eren y Aqua seguía siendo una mezcla de confusión y conflictos internos. Aunque seguían compartiendo la cama, había una sensación de distancia, una especie de plato que, como bien pensaba Eren, no se podía disfrutar. Aquella noche, ambos estaban en la cama, desnudos, pero la intimidad entre ellos era más una cuestión de proximidad que de conexión.
Eren rompió el silencio, mirándola con una mezcla de curiosidad y desafío.
Eren: "Aqua… siempre me he preguntado, ¿cómo fue el inicio de todo? ¿El origen del universo? ¿Y tú…? ¿Cómo es que una diosa como tú desaparecería si sus seguidores dejan de creer? Después de todo, debiste existir antes de que hubiera alguien para venerarte, ¿no? ¿Cómo surgió la fe en ti en primer lugar?"
Aqua frunció el ceño, ofendida. La pregunta tocaba una fibra sensible, una que prefería no exponer.
Aqua: (molesta) "¿Por qué tienes que cuestionar eso? Hay cosas que simplemente no necesitas saber, Eren. ¿Por qué no puedes solo… aceptar mi existencia sin hacer tantas preguntas molestas?"
Eren: (insistente) "¿Pero no es lógico preguntar? Si eres una diosa, entonces deberías tener un pasado antes de tus seguidores. ¿O acaso es un tema incómodo para ti? ¿O hay algo que prefieres no recordar?"
Aqua guardó silencio, cruzando los brazos y dándole la espalda, visiblemente irritada. No quería profundizar en el tema. No podía… o tal vez no sabía cómo. Para Eren, la falta de respuesta solo dejaba más preguntas,
El silencio incómodo se prolongó por unos minutos más hasta que, finalmente, Aqua cambió de tema con un aire de frustración mal disimulada.
Aqua: "Sabes, he estado pensando… sobre lo que mencionaste. Sobre… tener una relación abierta." (mira a Eren de reojo, un tanto tensa) "Creo que… estoy dispuesta a aceptar. Pero… bajo ciertas condiciones."
Eren alzó una ceja, interesado. ¿Qué tipo de condiciones pondría una diosa excéntrica y orgullosa como Aqua? La mención de condiciones era intrigante, pero viniendo de Aqua, podría significar cualquier cosa.
Eren: "¿Condiciones? Supongo que tiene sentido. ¿Cuáles serían?"
Aqua se quedó en silencio un momento, como si aún estuviera procesando sus propias demandas, analizando lo que quería y lo que estaba dispuesta a tolerar en este extraño arreglo que proponían. En su mente, intentaba dar forma a algo que para ella sonara razonable, pero que seguramente estaría lleno de peculiaridades basadas en su lógica retorcida.
Aqua: (cruza los brazos, mirando hacia el techo) "Reglas que mantengan el respeto. Algo que… evite que esto se convierta en un chiste en mi propio culto. Y que no… degrade mi… 'divinidad'."
Las palabras eran vagas, pero era evidente que Aqua estaba intentando construir una serie de límites que, en su mente, preservaran lo poco que quedaba de su orgullo. Y, en el fondo, temía las burlas si llegara a regresar al cielo y sus compañeros deidad la vieran en una situación tan humana y, en sus ojos, humillante.
Justo en ese momento, Aqua murmuró algo en voz baja
Aqua: (suspira) "Eren, he estado pensando mucho en esto y he llegado a una conclusión. Si esto es algo que realmente quieres, estoy dispuesta a considerarlo."
Eren miró a Aqua con sorpresa, no esperaba que ella cediera tan fácilmente.
Aqua: "Muy bien, Eren. Acepto lo de la relación abierta, pero bajo ciertas condiciones.no va a ser tan sencillo como crees. Tengo algunas condiciones que deben cumplirse." Eren asintió, esperando escuchar cuáles eran las condiciones de Aqua.
Eren: "Estoy dispuesto a escuchar, Aqua. ¿Cuáles son tus condiciones?"
Aqua: "Primero, solo podrás tener relaciones con miembros del culto de Axis que conozcas personalmente."
"No quiero que te involucres con Sucubos o peor tener relaciones con otras diosas..."
Eren asintió, eso parecía una condición razonable.
Eren: "Entiendo, eso parece justo. No te preocupes, Aqua. No tengo intenciones de tener relaciones con otras diosas"
Aqua: "Segundo, no podrás ser mujeres que yo no conozca, deben ser personas que respeten nuestro matrimonio y nuestra familia. No quiero que nadie se entrometa o cause problemas.
"Eren: "Estoy de acuerdo"
Aqua: "Tercero, esas personas deben tener intenciones puras y sinceras. No quiero que te involucres con alguien solo por diversión o deseo.
"Eren: "Eso es..."
Aqua: "Y por último, no podrás contratar súcubos o súcubas para saciar tus necesidades. Debes limitarte a miembros del culto de Axis o personas que conozcas."
Eren asintió una vez más.
Eren: "Está bien, Aqua. Entiendo tus condiciones y las respetaré."