Chereads / Konosuba: El titan y la Reina Kevivan's Cut / Chapter 32 - Capitulo 25: La Sacerdotisa malvada

Chapter 32 - Capitulo 25: La Sacerdotisa malvada

Axel y la misteriosa sacerdotisa

De regreso en Axel, Aqua paseaba con Zell mientras Eren, aparentemente libre de nuevas discusiones, intentaba relajarse tras la reciente tensión. En su recorrido, pasaron frente al gremio, donde una multitud se había reunido.

Aqua: (deteniéndose) ¡Qué raro! ¿Por qué hay tanta gente en el gremio?

Curiosa, Aqua se acercó y notó a una joven sacerdotisa atendiendo a los aventureros. Con un aura cálida y amable, curaba heridas, distribuía comida a los aventureros hambrientos y ofrecía palabras de aliento que encantaban a todos.

Aqua: (murmurando) ¿Quién se cree que es? ¡Esa es mi gente! Yo soy la arcipreste más querida de Axel.

Eren, viendo a Aqua enfurecerse lentamente, suspiró.

Eren: (sin interés) Es solo otra sacerdotisa haciendo su trabajo. No es para tanto.

Aqua: (irritada) ¡Claro que lo es! ¡Mira cómo todos la admiran! ¡Eso debería ser yo!

Eren: (encogiéndose de hombros) Si tanto te molesta, ve y habla con ella.

Aqua: (cambiando de estrategia) No. Tú la vas a vigilar.

Eren: (frunciendo el ceño) ¿Por qué yo?

Aqua: (dramatizando) Porque necesito saber si planea algo malo contra nosotros. ¿Y si es una espía del Rey Demonio?

Eren: (sarcástico) Claro, porque seguro alguien así vendría a repartir pan en el gremio.

Aqua: (insistiendo) ¡Hazlo! Zell y yo tenemos cosas importantes que hacer.

Encuentro con Serena

Más tarde esa noche, Eren, obligado a cumplir con la petición de Aqua, siguió los pasos de la sacerdotisa, quien se hacía llamar Serena. Finalmente, la encontró en un callejón poco transitado, aparentemente esperando algo.

Eren: (directo) ¿Qué estás tramando realmente?

Serena: (sonriendo suavemente) Eren Jaeger, qué interesante que vengas a verme.

Eren parpadeó, sorprendido de que conociera su nombre.

Eren: (precavido) ¿Cómo sabes quién soy?

Antes de que pudiera responder, una figura conocida apareció detrás de Serena: Vanir, con su característica máscara brillante.

Vanir: ¡Mwahaha! ¡Así que nuestra "bondadosa" sacerdotisa no es tan pura como parece!

Serena frunció el ceño y sacó una bolsa de monedas, que lanzó a Vanir.

Serena: (en voz baja) Esto es para que mantengas la boca cerrada.

Vanir: (riendo) ¡Oh, qué generosa! Pero temo que no puedo callar lo que está a punto de ocurrir.

En ese momento, Wiz apareció corriendo detrás de Vanir.

Wiz: ¡Seresdina! ¡No puedo creer que estés aquí!

Serena, ahora claramente frustrada, miró a Wiz con una mezcla de sorpresa y desagrado.

Wiz: (intentando abrazarla) ¡Es tan bueno verte después de tanto tiempo!

Eren: (confundido) Espera, ¿Seresdina?

Vanir: (mofándose) ¡Exacto, humano! Esta no es otra que Seresdina, general del Rey Demonio y sacerdotisa de la deidad Regina.

Eren: (mirando a Serena) ¿En serio? ¿Ni siquiera intentaste usar un nombre más original?

Seresdina: (suspirando) Qué decepcionante. Pensé que sería un reto pasar desapercibida. Pero parece que todos aquí son tan despistados como esperaba.

Eren: (sarcasmo) Claro, porque usar tu nombre real y venir a un pueblo lleno de aventureros era un plan brillante.

Wiz: (entusiasmada) ¡Pero siempre has sido tan amable! No puedo imaginarte haciendo algo malo, Seresdina.

Seresdina: (frustrada) ¡Cállate, Wiz!

Eren: (dándose la vuelta) Esto fue una pérdida de tiempo.

Seresdina: (sonriendo siniestramente) No tan rápido. Ya que me has descubierto, ¿por qué no te muestro lo que soy capaz de hacer?

Eren: (resignado) Claro, porque pelear contigo es justo lo que quería hacer esta noche...

Antes de que el enfrentamiento pudiera escalar, Vanir estalló en carcajadas.

Vanir: ¡Mwahaha! ¡Esto se pone interesante!

Eren suspiró, preparándose para lo que sabía sería otra noche caótica en Axel. 

Serena: (sonriendo maliciosamente) Así que eres uno de los reencarnados, ¿verdad, Eren? Qué interesante. Los reencarnados tienen un potencial increíble y serían de gran utilidad para el rey demonio.

Eren: (molesto) No tengo ningún interés en unirme al lado oscuro. Mi objetivo es proteger a las personas y mantener la paz en este mundo.

Serena: (riendo) Oh, Eren, eres tan ingenuo. El rey demonio no es lo que piensas. En realidad, es una niña reencarnada que solo busca recuperar lo que le pertenece por derecho.

Eren: (escéptico) ¿Una niña reencarnada como rey demonio? Eso suena bastante improbable.

Serena: (convincente) Lo sé, suena extraño, pero es cierto. Ella fue arrancada de su hogar y obligada a vivir como un ser malvado en este mundo. Todo lo que quiere es vengarse de aquellos que la dañaron.

Eren: (frunciendo el ceño) No puedo creer eso tan fácilmente. Aún así, incluso si fuera cierto, no justifica sus acciones destructivas. No puedo apoyar la maldad y la destrucción.

Serena: (sonriendo fríamente) Entiendo tus reservas, pero el rey demonio puede hacer realidad tus deseos más profundos. Puedes tener el poder y la fuerza que siempre has deseado.

Eren: (decidido) No necesito el poder del rey demonio. Ya tengo la fuerza para proteger a los que me importan y luchar por la paz en este mundo.

Serena: (frustrada) Eres un tonto, Eren. No te das cuenta de las oportunidades que estás dejando pasar.

Eren: (serio) Prefiero proteger a las personas que amo. No me interesa el poder que pueda ofrecerme el rey demonio.

Serena: (molesta) Muy bien, si así lo deseas. Pero te advierto, Eren, que enfrentarte al rey demonio será tu perdición.

Eren: (firme) Si eso es lo que se necesita para proteger a las personas, entonces estoy dispuesto a enfrentar cualquier desafío.

Serena, frustrada por no poder convencer a Eren de unirse a su causa, se retiró con resentimiento. Sabía que enfrentar a Eren sería una tarea difícil, pero estaba decidida a cumplir con las órdenes del rey demonio.

Seresdina frunció el ceño, decepcionada por la respuesta de Eren.

Seresdina: "Es una lástima, Eren. Creo que podrías haber sido un valioso aliado. Pero si alguna vez cambias de opinión, estaremos aquí esperándote."Eren se mantuvo firme en su decisión y no cedió ante las palabras de Seresdina. Sabía que había hecho lo correcto al rechazar la oferta y proteger su independencia.

La frustración de Seresdina y el plan de Aqua

Esa misma noche, tras el encuentro con Seresdina, Eren regresó a la mansión de Aqua. Ya estaba cansado de las sorpresas y de las constantes intervenciones de Aqua en su vida. Al entrar, la encontró mirando un libro, aparentemente tranquila.

Eren: (sentándose pesadamente) Esa sacerdotisa… No es lo que parece.

Aqua: (sin levantar la vista) ¿Qué pasó? ¿La descubriste? ¿De qué se trata esta vez?

Eren: (suspirando) Es la general del Rey Demonio. Su nombre real es Seresdina, no Serena. No estaba aquí para hacer caridad. Solo seguía órdenes.

Aqua: (sonriendo con satisfacción) ¡Vaya, eso sí que es interesante! Si es una general del Rey Demonio, seguro podemos cobrar una buena recompensa por entregarla al gremio. ¡Nos haríamos ricos!

Eren: (frunciendo el ceño) No fue tan fácil como pensaba. Ella me ofreció una oportunidad para unirme al Rey Demonio, pero ya sabes… no soy de esas cosas.

Aqua: (burlándose) ¡Ja! ¡Como si alguien fuera tan estúpido como para caer en sus trampas! ¡Nosotros vencemos a cualquiera!

Eren: (exasperado) No es eso, Aqua. Ella tiene más habilidades de las que parece. Pero lo que me preocupa es lo fácil que pasó desapercibida aquí.

Aqua se quedó pensativa un momento, su rostro cambiando de expresión mientras pensaba en cómo sacar provecho de la situación.

Aqua: (decidida) Entonces, ¿qué tal si mañana le damos una lección? La próxima vez que la veamos, la acusamos de fraude. ¡Eso hará que todos descubran quién es realmente!

El plan de Aqua se complica

Al día siguiente, Aqua se paseaba por el gremio con Zell, notando cómo Seresdina seguía realizando sus "buenas acciones" con una sonrisa. Estaba curando a aventureros heridos y dando comida a los más necesitados, todo bajo la mirada atenta de varios que no hacían más que alabarla.

Aqua: (murmurando para sí misma) ¡No puede ser! ¡Esta mujer me está opacando!

Viendo que todos estaban tan cautivados por la "bondad" de Seresdina, Aqua ideó un plan. Se acercó a un rincón del gremio donde había una pequeña mesa con cuchillos. Con una sonrisa maliciosa, Aqua se cortó el dedo ligeramente, lo suficiente para que se viera algo de sangre.

Aqua: (llorando exageradamente) ¡Ay! ¡Me corté! ¡Alguien ayúdeme!

Los aventureros alrededor miraron hacia ella, sorprendidos, pero Aqua hizo un gesto hacia Seresdina, esperando que ella viniera a ayudarla.

Aqua: (gritando) ¡Seresdina, tú también eres sacerdotisa, ¿verdad?! ¡Vamos, cura esto!

Seresdina: (acercándose con una sonrisa amable) Claro, déjame echar un vistazo.

Pero Aqua, como parte de su plan, comenzó a resistir

Los aventureros cercanos, sin embargo, comenzaron a intervenir, defendiendo a Seresdina.

Aventurero 1: (enojado) ¡Eso no está bien, Aqua! Seresdina ha curado a todos nosotros sin pedir nada a cambio.

Aventurero 2: (asintiendo) Es cierto, Aqua. Siempre está ayudando, ¿por qué la acusas de fraude?

Aqua, visiblemente irritada, intentó cambiar de táctica, pero antes de que pudiera decir algo más, Seresdina levantó una mano con calma.

Seresdina: (con voz autoritaria) No quiero seguir esta disputa más.

En ese momento, un resplandor violeta iluminó la sala, y los aventureros presentes comenzaron a mostrar signos extraños. Sus ojos brillaron con un destello de gratitud hacia Seresdina, como si de repente estuvieran bajo su control.

Seresdina: (sonriendo con suficiencia) Si no me creían antes, ahora pueden ver lo que soy capaz de hacer. Mi diosa Regina me da el poder de sanar… y también el poder de controlar a aquellos que sienten que me deben algo

Aqua miró, horrorizada, cómo los aventureros se ponían de pie, ahora completamente a la merced de Seresdina, dispuestos a hacer cualquier cosa por ella.

Aqua: (en shock) ¡No… no puede ser!

Eren: (apareciendo en la puerta, sorprendido) ¿Así que esto es lo que hace esa sacerdotisa?

Seresdina: (riendo suavemente) Lo siento, Aqua, pero ya no soy solo una simple sacerdotisa. No estoy aquí para competir contigo, estoy aquí para asegurarme de que el control sobre Axel esté en mis manos.

Aqua: (furiosa) ¡No permitiré que tomes este pueblo! ¡Voy a detenerte!

El Control de Seresdina y el Plan de Vanir

La situación en Axel había cambiado rápidamente. En pocos días, Seresdina había ganado el control sobre casi todo el pueblo. Aqua observaba, horrorizada, cómo los ciudadanos y aventureros de Axel, que antes la adoraban, ahora se alineaban a su voluntad, como marionetas bajo el poder de Regina.

Eren, visiblemente frustrado, miraba cómo Armin, uno de los pocos que aún confiaba en él, estaba entre los poseídos. La incredulidad y la impotencia lo invadían.

Eren: (gruñendo) No puedo creer que haya caído tan rápido… ¿Armin también está bajo su control?

Aqua: (mirando a su alrededor, dolida) ¡No…! En solo unos días, ¡Seresdina se ha ganado el control de todo el pueblo! ¿Por qué a mí me tomó meses ganar algo de lealtad aquí, y a ella… solo unos días?

Aqua miraba cómo las personas actuaban como autómatas, moviéndose al ritmo de las órdenes de Seresdina, como si nunca hubieran conocido otra forma de vivir. Su frustración crecía, y una parte de ella se sintió completamente desplazada.

De repente, apareció Vanir, con su característico aire de suficiencia, una sonrisa intrigante en su rostro.

Vanir: (con tono juguetón) ¡Ah, si no es Eren, el hombre al que le gusta meterse en problemas! He estado observando, y parece que tenemos un pequeño inconveniente aquí, ¿verdad?

Eren: (mordiéndose la lengua, ya harto) No es el momento, Vanir.

Vanir: (haciendo una reverencia) Claro, claro… pero tengo una oferta para ti. ¿Qué tal si te vendo algo que puede liberar a los poseídos de Regina? Podrías hacer que Axel vuelva a la normalidad en poco tiempo… pero, como todo en la vida, tiene un precio.

Aqua miró a Eren confundida, sin entender por qué Vanir tenía una solución para la situación y por qué Eren no parecía tan sorprendido.

Aqua: (mirando a Eren, desconcertada) ¿Qué está pasando aquí, Eren? ¿Por qué estás aceptando una oferta de él?

Eren: (con tono serio) No quiero que interfieras, Aqua. Esto no es algo en lo que debas involucrarte ahora.

Aqua: (molesta, levantando la voz) ¡¿Por qué me alejas?! ¡¿Qué estás planeando, Eren?!

Eren: (tomando a Aqua y Zell con fuerza, transformándose parcialmente en un titán, levantándolos sin esfuerzo) Necesito que te quedes tranquila. Vanir tiene algo que necesitamos, y no quiero que interfieras en esto. No quiero perder más tiempo.

Vanir, que observaba la escena con una mezcla de diversión y desdén, levantó una mano.

Vanir: (con una sonrisa maliciosa) ¡Oh, no te preocupes, Eren! Te aseguro que lo que tengo no es nada fuera de lo común. Estoy vendiéndote una solución simple. Este agua… (señalando una botella llena de un líquido transparente) es lo único que puede liberar a los poseídos del control de Regina. Claro, tiene un precio, como siempre.

Seresdina: (mirando desde lejos, frunciendo el ceño) Vanir… ¡No puedes hacer esto! ¡Eso no es lo que habíamos acordado!

Vanir: (encogiéndose de hombros) Oh, vamos, Seresdina, no te hagas la ofendida. No estoy liberando a tus títeres, solo les estoy vendiendo agua. Nada personal.

Seresdina, furiosa, comenzó a caminar hacia Vanir, pero él ya la ignoraba, viendo a Eren con una sonrisa burlona.

Vanir: (a Eren, entregándole las botellas) Aquí tienes, todas las botellas de agua que necesitarás para liberar a tus amigos. Claro, cuesta un buen precio, pero ya sabes que en el negocio siempre hay que pagar.

Eren, con una mezcla de frustración y resolución, aceptó las botellas. Sabía que no tenía otra opción.

Eren: (asintiendo) Haremos el trato.

En ese momento, Darkness apareció corriendo hacia ellos, con una expresión preocupada en su rostro.

Darkness: (respirando con dificultad) ¡Eren, Eren! Algo extraño está pasando en la gobernación… ¡La gente está actuando raro! No sé qué pasa, pero tengo la sensación de que algo está mal.

Eren: (mirando a Darkness) No hay tiempo que perder. Seresdina ha tomado el control de Axel. Todos están bajo su poder, gracias a Regina.

Darkness: (mirando a Seresdina, horrorizada) ¿Ella está detrás de todo esto? ¡Eso tiene sentido!

Eren le entregó una de las botellas de agua a Darkness.

Eren: (rápido) Tómalo y empieza a liberar a la gente. Empieza con los que están cerca de la gobernación. Usa el agua para que se liberen del control. Tienen que beberla uno por uno.

Darkness: (asintiendo, determinada) Entendido. ¡Voy a empezar de inmediato!

Darkness corrió en dirección a la gobernación, decidida a ayudar a los poseídos, luchando contra aquellos bajo el control de Seresdina que se le cruzaban en el camino. A cada uno que liberaba, le obligaba a beber del agua de Vanir, causando que los poseídos comenzaran a recuperar su voluntad y liberarse del control de Regina.

Seresdina: (furiosa, mirando a Eren) ¡Esto no va a quedar así, Eren! ¡No permitiré que me derroten tan fácilmente!

Pero Eren, con una expresión decidida, ya había dado el primer paso para liberar Axel. Sabía que la batalla aún no había terminado, pero al menos había logrado una ventaja

La Confrontación Final

El pueblo de Axel estaba siendo liberado, poco a poco, a medida que la gente comenzaba a recuperar el control sobre sí misma. Sin embargo, la presencia de Seresdina seguía siendo imponente. La joven general del rey demonio caminaba por el pueblo, su control sobre los poseídos aún firme, mientras observaba cómo sus tropas caían una tras otra a medida que tomaban el agua que Vanir había proporcionado.

Eren, que ya había liberado a muchos de los aldeanos, se dirigió hacia Seresdina, su mirada llena de determinación y una pizca de amargura.

Seresdina: (con una sonrisa malévola) ¿Estás sintiendo la necesidad de agradecerme, Eren? Después de todo, no puedo dejar que todo tu esfuerzo por liberar a estos ingratos sea en vano. Yo también podría haberme asegurado de que todo el pueblo se rindiera… pero ¿te gustaría un favor, quizás?

Eren: (con un tono frío) No tienes nada que ofrecerme, Seresdina. Si esperas que te de las gracias, estás muy equivocada. Yo nunca me sentiré en deuda contigo.

Seresdina: (susurrando, acercándose a él) No te engañes, Eren. Sé lo que eres capaz de hacer. Tú también sientes la necesidad de proteger a este pueblo, ¿verdad? A pesar de todo lo que me has dicho, a pesar de todo lo que he hecho.

Eren: (mirándola fijamente) No es por ellos, Seresdina.

No necesito que me manipules.

Seresdina frunció el ceño, un brillo peligroso en sus ojos, mientras se acercaba aún más a Eren.

Seresdina: (con voz venenosamente suave) ¿Sabes lo que pasa cuando un ser como tú me hace daño? Cualquier daño que me hagas, lo recibirás de vuelta, multiplicado. Nadie escapa a las consecuencias de sus acciones.

Eren no se inmutó, pero dentro de él una sensación de incomodidad lo recorrió. No estaba dispuesto a ser manipulado por Seresdina, pero sus palabras tenían peso. Sin embargo, no pensó en rendirse.

Eren: (sin vacilar) No me importa lo que me hagas. Si tengo que destruirte para salvar a este pueblo… lo haré.

Seresdina: (sonriendo con malicia) Muy bien, entonces, Eren. Prepárate para lo que viene. Si yo muero, todo en un radio de varios kilómetros caerá con el impacto. El daño será… devastador.

Eren apretó los puños con fuerza, sintiendo la presión de las palabras de Seresdina. No podía dejar que eso sucediera, pero algo dentro de él no dudó. La necesidad de salvar Axel y a su hijo lo empujaba a seguir adelante, sin importarle lo que pudiera enfrentar.

De repente, Seresdina atacó, enviando una onda de energía hacia él. Eren, sintiendo el peligro, activó su habilidad de regeneración para resistir el impacto. La onda golpeó su cuerpo, pero logró resistir el dolor, aunque fue un sufrimiento indescriptible.

Eren: (gritando con fuerza mientras se recuperaba) ¡No… me… detendrás!

Aunque la habilidad de regeneración de Eren no lo mató, el dolor fue insoportable. Lo sentía en cada fibra de su ser, su regeneración luchando por contrarrestar el daño reflejado. El sudor le caía por la frente mientras se mantenía firme.

Eren: (pensando mientras miraba a Seresdina) Esto no lo estoy haciendo por Axel, ni siquiera por este pueblo… lo hago por mi hijo. Es lo único que importa.

Seresdina cayó de rodillas, agotada por la energía que había gastado. El daño reflejado la había dejado debilitada, pero aún tenía algo de fuerza.

En ese momento, Aqua, Darkness y Wiz llegaron corriendo, viendo a Eren y Seresdina tirados en el suelo, heridos. Vanir, que se había quedado observando, intervino rápidamente, explicando la situación.

Vanir: (con tono serio) Aunque Seresdina es una de las generales más débiles del rey demonio, no subestimen su poder. Es muy peligrosa, y si bien es cierto que puede ser derrotada, su habilidad de reflejar daño es lo que hace que sea tan difícil enfrentarse a ella.

Eren, visiblemente cansado, levantó la cabeza, mirando a Aqua, Darkness y Wiz que se acercaban rápidamente.

Aqua: (preocupada) ¡Eren! ¡¿Estás bien?!

Eren: (respirando con dificultad) No te preocupes… es solo un poco de dolor. Pero esto no ha terminado aún. Necesitamos detener a Seresdina.

Vanir: (sonriendo astutamente) Bueno, Eren, yo podría tener una solución para esto. Hay una poción que puede reiniciar el nivel de una persona a 1. Si le damos eso a Seresdina, perderá todos sus poderes y habilidades. Claro, tiene un costo. El problema es que quien le obligue a beber la poción también perderá todo su poder temporalmente.

Darkness: (mirando a Seresdina) ¿Eso la detendría?

Vanir: (asintiendo) Exactamente. Pero si alguien la obliga a beberla, también se verá afectado. La persona que le dé la poción perderá sus habilidades.

Mikasa, que había estado escuchando, se adelantó con determinación.

Mikasa: (decidida) Yo me encargaré de darle la poción. Si eso significa detener a Seresdina, lo haré, aunque pierda mis habilidades por un tiempo. Estoy acostumbrada a luchar más allá de mis límites, y si eso significa que tengo que perder todo por el bien de todos… lo haré.

A pesar de su rostro preocupado, Mikasa no vaciló. Sabía que si no actuaban rápido, todo podría irse al traste. Ella había visto la determinación en los ojos de Eren y entendía que esto no era solo una batalla por Axel, sino por la supervivencia de todos los que ella quería proteger.

Eren: (mirando a Mikasa, asintiendo) Ten cuidado. Esto no es un sacrificio pequeño. Pero confío en ti.

Con la decisión tomada, Mikasa se acercó lentamente a Seresdina, que aún yacía en el suelo, debilitada, mientras el grupo de Eren se preparaba para lo que vendría.

La Huida de Seresdina

Seresdina, aunque debilitada por la poción y habiendo perdido sus habilidades al ser rebajada a nivel 1, permaneció consciente. Sus ojos, llenos de furia y frustración, brillaban con una intensidad peligrosa mientras observaba a sus captores. A pesar de todo, algo dentro de ella no había sucumbido por completo.

Eren: (gritando) ¡No!

Aqua: (preocupada) ¡Ella se está escapando! ¡No podemos dejarla ir!

Seresdina había logrado desaparecer 

Mikasa: (frustrada) ¡¡Maldita sea!!

El grupo miró a la nada, sabiendo que ahora tenían que prepararse para una nueva confrontación, posiblemente aún más peligrosa, después de lo que acababa de suceder.

En la Mansión de Eren

La mansión de Eren estaba en silencio, salvo por el sonido ocasional de Zell jugando en el patio. Aqua, sentada en la esquina de la habitación principal, se veía pensativa y visiblemente apagada. La lucha contra Seresdina había dejado huella en ella, pero era algo más profundo lo que la perturbaba: la sensación de que algo había cambiado en ella misma, algo que no podía ignorar.

Aqua: (pensando en voz alta) ¿Por qué he estado haciendo todo esto? ¿Por qué me he estado esforzando tanto en este papel de sacerdotisa? ¿Para qué? ¿Por qué siempre busqué ser la señora de agua, el centro de atención, si lo único que quería realmente era… poder seguir siendo útil?

Aqua cerró los ojos y recordó sus días como la poderosa diosa, antes de que todo cambiara. Recordó cómo Historia, por accidente, la eligió como la "sacerdotisa", y cómo eso, en su locura, la hizo perder sus poderes y su estatus. Y luego, su embarazo… que vino a cambiarlo todo.

Aqua: (susurrando) Mi hijo... ¿realmente lo amo? O solo estoy jugando un papel, el papel que me tocó porque perdí todo lo demás.

Aqua miró a Zell, que jugaba con sus juguetes en el suelo, su sonrisa alegre contrastando con el dolor y la duda que la embargaban. ¿Realmente lo amaba como madre? ¿O era solo parte del guion que había comenzado cuando llegó a este mundo? Ese pensamiento le cortó el aliento.

Aqua: (pensando) ¿Por qué no puedo sentirme segura de lo que realmente quiero?...

Un golpeteo suave en la puerta la sacó de sus pensamientos. Mikasa entró, con una mirada seria pero decidida. La espada en su espalda era prueba de la tensión que llevaba consigo.

Mikasa: (con tono firme) Aqua… necesito hablar contigo.

Aqua la miró por un momento, aún perdida en sus pensamientos, antes de mirar a Mikasa a los ojos.

Aqua: (suspirando) ¿Qué pasa, Mikasa?

Mikasa: (decidida) Me voy. Con Vanir y Wiz, iremos a una mazmorras a cazar monstruos. Quiero recuperar mi nivel, y sé que la única forma de hacerlo es enfrentándome a estos desafíos por mi cuenta, lo más rápido posible.

Aqua la observó, sorprendida por la determinación de Mikasa, pero también sentía una pequeña chispa de admiración. Mikasa no tenía miedo de perder lo que tenía. Ella iba a luchar por todo lo que quería, sin importar el costo.

Aqua: (pensativa) ¿Te vas? Pero… ¿no es arriesgado?

Mikasa: (con una sonrisa decidida) Lo sé. Pero ya estoy acostumbrada a lidiar con desafíos imposibles. Si voy a poder ayudar a todos, necesito ser más fuerte. Y recuperar mi poder, aunque sea temporalmente, es lo primero.

Aqua: (asintiendo) Bueno… te deseo suerte, Mikasa. Tienes toda mi confianza.

Mikasa asintió, luego se dio la vuelta y salió de la habitación, dejando a Aqua sola con sus pensamientos. Aqua se quedó mirando al vacío por un rato, aún dándole vueltas a todo lo que había sucedido, pero con una pequeña sensación de alivio al saber que Mikasa se enfrentaría a sus propios demonios. Tal vez, pensó Aqua, todos en este mundo tenían algo por lo que luchar, algo que los hacía avanzar, aunque fuese a través del dolor.

La puerta se cerró suavemente, y Aqua dejó escapar un suspiro.

Aqua: (pensando en voz baja) ¿Realmente lo haré bien como madre… o simplemente me estoy aferrando a un papel?

El viento soplaba suavemente a través de la ventana, pero dentro de Aqua, las preguntas seguían sin respuesta.