Finalmente, el día del lanzamiento del libro llegó. Rose se sintió nerviosa, pero también emocionada. Se dio cuenta de que había llegado a un punto en el que podía compartir su historia sin miedo. Cuando se levantó para hablar frente a la audiencia, sus manos temblaban, pero su voz era firme.
Compartió no solo su dolor, sino también su viaje hacia la sanación. Habló sobre la importancia de la conexión, la vulnerabilidad y el amor en medio del sufrimiento. A medida que hablaba, vio las lágrimas en los ojos de algunos en la audiencia y sintió que su historia resonaba en ellos.
Al finalizar, sintió un alivio profundo. Había transformado su dolor en un acto de amor, y en ese momento, comprendió que las puertas del paraíso no eran un destino inalcanzable, sino la conexión y la autenticidad que había encontrado en su viaje.
Con Camilo a su lado, se sintió lista para enfrentar lo que viniera. Juntos, abrazaron tanto la vida como la muerte, dispuestos a seguir explorando el camino de la sanación y la esperanza, sabiendo que, aunque la tristeza siempre sería parte de su historia, el amor sería su guía.