Después de que winter cayera al agua, sintió que su aura parpadeaba por el choque.
Emergió del agua, empapada y furiosa, su mirada afilada fija en el responsable que sonreia desde la costa. "¡Atrapen a ese hombre!" ordenó Winter a sus soldados, su voz llena de ira. "¡No dejaré que se salga con la suya!"
Los soldados de Atlas se movilizaron rápidamente, corriendo por el puerto en un intento de atrapar al infame. Winter, mientras tanto, subió de nuevo al muelle, sus ojos azules llameando con determinación. "Prepárense para atacar," ordenó, apuntando con firmeza hacia donde Vash estaba que estaba tomando a cada soldado de atlas y lo arrojaba al agua.
Vash, con una sonrisa despreocupada, observó cómo los soldados se acercaban rápidamente. Desenfundó sus pistolas gemelas, pero decidió que esta vez demostraría su destreza cuerpo a cuerpo. Guardó las armas y se preparó para el combate.
El primer soldado se lanzó hacia él con un puñetazo, pero Vash lo esquivó con un movimiento fluido, girando su cuerpo y lanzando una patada lateral que derribó al soldado al suelo *clank* su aura se quebró con ese golpe. Antes de que el siguiente soldado pudiera reaccionar, Vash lo atrapó con un gancho de derecha en la mandíbula, seguido de un golpe en el estómago que lo dejó sin aliento.
Superaba por bastante en cuanto a arte militar, su fuerza base ya era bastante para derribar un edificio-'si me contengo los civiles saldrían heridos'-'pero dudo que quieras matar a todos esos soldados... oh si~'kouha maulló viendo a su anfitrión derribar a más soldados.
Dos soldados más se abalanzaron sobre Vash al mismo tiempo, pero él los recibió con una serie de movimientos rápidos y precisos. Bloqueó un puñetazo con su antebrazo y contraatacó con un codazo al rostro del atacante, derribándolo. El otro soldado intentó golpearlo desde atrás, pero Vash giró ágilmente y lo derribó con una llave de judo, enviándolo de espaldas al suelo.
Winter, observando la escena desde su posicicon, no podía creer la habilidad y la rapidez con la que Vash estaba enfrentando a sus soldados. Su ira crecía con cada soldado que caía ante el. "¡No dejen que se burle de ustedes! ¡Atrápenlo!" gritó con frustración.
Los soldados restantes formaron un círculo alrededor de Vash, pero él no mostró ninguna señal de preocupación. Con una sonrisa confiada, levantó las manos en una postura defensiva y se preparó para la siguiente oleada de ataques.
Un soldado intentó sujetar a Vash por detrás, pero Vash se liberó con un rápido movimiento de cadera y lo lanzó sobre su hombro, estrellándolo contra el suelo. Otro soldado se abalanzó hacia él con una patada alta, pero Vash bloqueó la patada con su antebrazo y respondió con un puñetazo giratorio que envió al soldado a volar hacia atrás.
El combate continuó con una serie de movimientos rápidos y precisos. Vash esquivaba, bloqueaba y contraatacaba con una gracia y agilidad impresionantes. Cada movimiento era calculado, cada golpe era certero. Finalmente, los soldados de Atlas yacían en el suelo, incapaces de continuar la lucha.
Winter, furiosa y frustrada, miró a Vash con una mezcla de admiración y odio. Sabía que no podían enfrentarse a él de esa manera. Vash, con su característica sonrisa despreocupada, se dio la vuelta y comenzó a alejarse, dejando a los soldados y a Winter para que se reorganizaran y replantearan su estrategia.
"Esto no ha terminado," murmuró Winter.
(escena de los fauno civiles)
Vash decidió enfrentarse a las fuerzas de Atlas para proteger a los Faunos. Sienna Khan, la líder de los Faunos,(o ex líder) dirigía a su gente hacia un lugar seguro a través de la densa selva de la isla, mientras que Blake Belladonna corría junto a ellos, su corazón dividido entre la urgencia de escapar y la preocupación por Vash.
"¡No miren atrás! ¡Tenemos que seguir adelante!" ordenó Sienna, su voz llena de autoridad. "Vash se aseguró de que tuviéramos tiempo. No desperdicien su sacrificio.-'mas le vale a ese idiota cumplir con lo que prometio'penso cuando noto que el buque preparaba sus cañones.Por mas que quisiera pelear no arriesgaria a su gente a morir.
Blake, con el corazón apesadumbrado, no podía evitar mirar hacia atrás, esperando ver a Vash. Sabía que él se quedaba para cubrir su retirada, pero eso no aliviaba su preocupación.
Sienna lideraba a los Faunos, empujándolos a seguir avanzando. Blake, sin poder contenerse, habló con urgencia. "¡Sienna! Tenemos que ayudar a Vash. No puede enfrentarlos solo."
Sienna negó con la cabeza, su expresión firme. "Vash sabe lo que está haciendo. Si de verdad mato a un sea dragon y destrozo esas montañas, entonces un grupo de soldados no lo mataran.-
Las palabras de Sienna pesaban en el corazón de Blake, pero sabía que tenía razón. Sin embargo, su preocupación por Vash no disminuía. Esperaba que de alguna manera, él pudiera salir de esa situación.
Devuelta en el muelle
-! ¡Preparen los cañones!-winter desenfundo su espada y se arrojó contra vash blandió su espada en un estoque dirigido al pecho.
*clank*
dos dedos firmes sujetaron la hoja impidiendo su avance winter no lo creía su ataque fue detenido.
-¡C-como es posible!-murmuro al no sentir aura proviniendo del hombre que la había insultado de este modo.
-Fiiiiuuuuu eso estuvo cerca-
'Porque no dejas que te ataquen sabes que un arma mortal no dañaría a un hadou'-'porque viendo el estado de mi cuerpo preferiría no arriesgarme- sin que winter lo supiera vash y kouha entablaron una conversación sobre el estado de su cuerpo.

¿De verdad crees que puedes vencerme solo con tus manos?" preguntó Winter, con una sonrisa desafiante. "Vas a necesitar algo más que eso."lanzo un glifo para alejarse unos metros de su enemigo.
Vash se encogió de hombros, su sonrisa sin desvanecerse. "Bueno, eso lo veremos. ¿No crees?"
Sin más preámbulos, Winter se lanzó hacia Vash con una velocidad impresionante, sus espadas cortando el aire. Vash esquivó el primer golpe con agilidad, moviéndose como una sombra. La espada de Winter pasó rozando su rostro, pero Vash ya estaba en movimiento, cerrando la distancia entre ellos.
Con un rápido movimiento, Vash atrapó la muñeca de Winter y la desvió, lanzando un puñetazo con su otra mano. Winter, con la velocidad y precisión de una guerrera entrenada, bloqueó el golpe con un glifo que se materializó justo a tiempo. La fuerza del impacto envió una onda de energía por el aire.
Winter contraatacó, sus espadas brillando mientras lanzaba una serie de golpes rápidos. Vash los esquivó con movimientos fluidos, cada golpe pasando peligrosamente cerca pero sin llegar a tocarlo. Usó su velocidad y agilidad para mantenerse fuera del alcance de las espadas, buscando una apertura.
Con un grito, Winter invocó a una criatura mística, un enorme oso con colmillos brillantes, que se lanzó hacia Vash. Vash saltó hacia atrás, evadiendo las garras de la criatura mientras rodaba por el suelo y volvía a levantarse con la gracia de un acróbata.
"¡No puedes escapar de mis invocaciones!" gritó Winter, sus ojos llenos de furia.
Vash sonrió, observando a la criatura mística y a Winter con calma. "Quizás no pueda escapar, pero puedo hacer esto todo el dia," dijo, lanzándose hacia el oso con una serie de golpes rápidos y precisos. Cada puñetazo resonaba como un trueno, debilitando a la criatura con cada impacto.
Winter arrojo glifos de gravedad sobre vash causando que el suelo debajo de él se agrietara, pero su expresión no cambio.
-¿sellos arcanos?… No, esto parece hechicería convencional-sintió que la gravedad aumento, pero no era de que preocuparse.
'Supongo que son esa cosa de apariencia y aura me sigo preguntando en qué pensó el 4 asiento a la hora de crear eso, teniendo en cuenta que su deseo era crear más hegemónicos.'kouha desestimo puntos en este trabajo hecho por mercurius.
Rompió los glifos con facilidad aunque movió su cabeza para evitar otro corte.
Un oso blanco lo embistió arrojándolo unos metros.
-*silbido* vaya esa cosa si que me agrada-sonrió queriendo traer a su hermes aunque.....su tamaño destrozaria mas de lo que ayudaría.
Mientras Vash se ocupaba del oso, Winter aprovechó la oportunidad para atacar con un glifo de energía, que lo lanzó hacia el aire. Vash, sin perder la compostura, giró en el aire y aterrizó con gracia, listo para continuar la batalla.
"Eres más duro de lo que pareces," admitió Winter, su respiración pesada pero su determinación intacta. "Pero no voy a rendirme."
Vash asintió, su sonrisa más seria ahora. "Yo tampoco. Así que vamos a seguir."
La intensidad de la batalla en la Isla de los Faunos alcanzaba su punto máximo. Winter Schnee, aunque inicialmente confiada en su victoria, comenzó a ver cómo sus ataques eran repelidos uno tras otro por Vash. Cada golpe de sus espadas y cada invocación de sus glifos eran contrarrestados con una destreza y agilidad impresionantes.
Winter, sintiendo que la situación se volvía crítica, tomó una decisión desesperada. Se apartó momentáneamente de Vash y levantó la mano hacia su buque insignia. "¡Disparen los cañones!" ordenó con voz firme.
Desde el buque, los cañones se alinearon y dispararon una serie de proyectiles explosivos directamente hacia Vash. Las explosiones iluminaron el cielo nocturno, creando una escena de caos y destrucción. Pero Vash, levanto un dedo y pronuncio.
-Ewigkeit: Yetzirah rojo (espacio)-

La energía carmesí parpadeo en su dedo creando una cúpula de energía que repelió todo disparo del buque.
Vash avanzó hacia el buque. Subió a bordo, enfrentando a los soldados que intentaban detenerlo. Con movimientos rápidos y precisos, los desarmó y los dejó incapacitados en cuestión de segundos.
Winter, viendo cómo Vash se acercaba, intentó lanzar un último ataque desesperado con sus glifos y sus invocaciones. Pero Vash los repelió con facilidad, cerrando la distancia entre ellos. Con un golpe decisivo, desarmó a Winter y la derribó al suelo.
"Has perdido, Winter," dijo Vash, su voz calmada pero firme. "Es hora de que te rindas."
Winter, aunque derrotada, levantó la mirada con desafío. Sabía que no tenía otra opción. Con un gesto de resignación, asintió lentamente.
Vash se giró hacia los soldados restantes, que miraban la escena con temor y confusión. "Atadlos," ordenó a algunos de los Faunos que habían regresado para ayudar. Los soldados de Atlas fueron amarrados con sogas y llevados a un bote en el puerto.
Con una sonrisa de satisfacción, Vash observó cómo los soldados eran enviados de vuelta a Atlas en el bote. Sabía que esto era solo una pequeña victoria, pero era un paso importante para proteger a los Faunos y enviar un mensaje claro.
Winter, ahora prisionera, observó a Vash con una mezcla de respeto y rencor. Sabía que su derrota no era el final, y que volvería más fuerte. Pero por ahora, debía aceptar su situación y buscar una manera de recuperar su honor.
La noche en la Isla de los Faunos se calmó, con Vash y los Faunos celebrando su triunfo momentáneo, conscientes de que la lucha por la justicia y la libertad aún continuaba.
(en el bote con los soldados de atlas)
La fría brisa del océano golpeaba su rostro, haciéndola sentir la humedad sobre su piel. Winter Schnee, la comandante implacable de Atlas, estaba atada a un banco en el bote que la llevaba de vuelta a su patria, derrotada, humillada y, para su sorpresa, con una sensación extraña y desconcertante en su pecho.
A lo lejos, la costa de Meganerine comenzaba a desdibujarse bajo la luz anaranjada del atardecer. La vista era una mezcla de hermosura y derrota, un recordatorio de lo que había perdido. A pesar de la victoria que había tenido el *Vigilant Bastion* y sus soldados en la operación, algo había salido terriblemente mal. Y el responsable de todo eso era un hombre.
Vash Heydrich.
Los faunos comunes lo adoraron como su ¿Dios? pero...porque...…..porque adorarlo,si tenia poder y lo demostro cuando hundió su buque con esa esfera carmesi.
Los recuerdos de su encuentro con él se repetían una y otra vez en su mente. El golpe certero que la arrojó al agua, la sensación del agua salada entrando en sus pulmones, el desprecio en su rostro mientras él se reía de su intento de venganza. La rabia, la furia, el deseo de venganza… todo había sido inútil. Él había evitado cada ataque, burlándose de su destreza, desarmándola con su despreocupada facilidad.
"¿Cómo pudo un hombre como él… derrotarme?" Winter pensó, su mente llena de frustración. "¿Cómo pudo un idiota como él, sin disciplina ni orden, superarme?"
Sus ojos cerrados se entrecerraron, y apretó los dientes, como si pudiera desquitarse solo con ese gesto. Su honor como líder de la Guardia Militar de Atlas había sido mancillado, y no iba a dejar que eso quedara impune. Pero, a pesar de su rabia, algo más se le colaba entre los pensamientos. Algo que no podía comprender ni controlar.
El viento la sacudió un poco más fuerte, pero esta vez no la enfureció. Su mente se desvió hacia una imagen más reciente: la de Vash, parado ante ella en la orilla, esa sonrisa torcida en su rostro, esa mirada burlona pero desafiante. "¿Realmente quieres seguir con esto?" Había dicho él, con un tono que no era de amenaza, sino de puro desafío, como si todo fuera un juego. Como si le gustara verla pelear, como si le gustara que su orgullo fuera aplastado bajo su bota invisible.
"¿Por qué…?" pensó Winter, su pecho apretándose en una mezcla de frustración y una extraña incomodidad. No podía entenderlo. ¿Por qué, después de todo lo que había pasado, esa sensación persistía en su interior? ¿Por qué no podía dejar de pensar en él? En su sonrisa arrogante, en la forma en que se movía con una confianza que rozaba lo ridículo, pero que, de alguna manera, lo hacía aún más atractivo.
"No… no puedo estar pensando en él," se reprendió a sí misma, intentando sacudirse los pensamientos, pero algo en su interior se oponía. "No tengo tiempo para pensar en alguien como él. Soy Winter Schnee. Soy una comandante de Atlas, no una adolescente tonta. Él es… solo un… un inconveniente."
Pero en lo profundo de su corazón, sabía que no era solo eso. No era solo una molestia. Algo en esa mirada suya, algo en esa sonrisa confiada, le había encendido una chispa de algo más complicado. ¿Respeto? ¿Aprecio? No, eso no podía ser. "Estás loca."
Las cuerdas que la mantenían atada al banco del bote le arañaban las muñecas, y la incomodidad del transporte le hizo dar un tirón involuntario. Pero ni la incomodidad física podía apartarla de esos pensamientos.
"Maldito Vash," pensó, "¿Por qué tienes que ser tan… imposible?"
Había sido derrotada, pero de alguna manera, esa derrota había logrado algo más. Algo que nunca habría esperado. Y ahí estaba ella, atrapada entre el odio y una sensación punzante de algo más. Quizás era la admiración que se negaba a aceptar. O quizás, algo mucho más peligroso.
"Esto no acaba aquí," se dijo, apretando los dientes. "La próxima vez, lo haré pagar. Y cuando lo haga… lo derrotaré de una forma que jamás olvidará."
Pero, mientras pensaba eso, no podía evitar la imagen de su rostro. Esa sonrisa de desafío. Esa sonrisa que la perturbaba de una manera que nunca antes había experimentado.
"Nunca más, Vash. Nunca más." Pero, en lo más profundo de su mente, una parte de ella sabía que no podía esperar para enfrentarse a él de nuevo.
La luna llena brillaba intensamente sobre la Isla de los Faunos, iluminando la costa donde los Faunos regresaban después de su huida. El aire estaba lleno de una mezcla de alivio y celebración por haber sobrevivido a la dura confrontación. Vash the Stampede estaba de pie cerca del agua, observando el horizonte con su característica sonrisa tranquila.
Blake Belladonna fue una de las primeras en encontrar a Vash en la costa. Su corazón estaba lleno de preocupación y gratitud mientras corría hacia él. Al verlo allí, sano y salvo, no pudo contener sus emociones. Blake lo abrazó con fuerza, sollozando de alivio contra su pecho.
"Gracias, Vash," dijo entre lágrimas, su voz temblando. "No sé cómo agradecerte lo que has hecho por nosotros."
Vash la abrazó con suavidad, sonriendo con calidez. "No tienes que agradecerme, Blake. Proteger a los demás es lo correcto. Me alegra ver que todos están a salvo."
Sienna Khan, la líder de los Faunos, se acercó a Vash con una expresión seria. Su mirada reflejaba respeto y aprecio por lo que había hecho. Aunque mantenía su compostura autoritaria, una pequeña sonrisa se formó en sus labios al ver que Vash había cumplido su promesa de protegerlos.
"Cumpliste tu palabra, Vash," dijo Sienna, su voz firme pero agradecida. "Nos diste el tiempo que necesitábamos para escapar. Nunca olvidaremos lo que hiciste por nosotros."
Vash asintió, reconociendo el agradecimiento de Sienna con una ligera inclinación de cabeza. "Siempre estaré aquí para ayudar cuando me necesiten."
Mientras tanto, en la base de White Fang, Adam Taurus estaba sumido en sus pensamientos. Había escuchado sobre la batalla y el papel crucial que Vash había jugado en la protección de los Faunos. Algo que lo dejó perplejo fue la mención de las alas que Vash había mostrado durante el combate. Adam reflexionaba sobre si Vash era realmente humano o un Fauno con habilidades especiales que no había visto antes.
"¿Qué eres realmente, Vash Heydrich?" murmuró Adam para sí mismo, su mente llena de preguntas y dudas.