Capítulo 28: El Susurro del Corazón - El Vacío del Odio
La mansión familiar, antes un símbolo de opulencia y poder, ahora se había convertido en un escenario de pesadilla. Ryeowook, un fantasma de venganza, se paró en el centro de la sala, rodeado de sus prisioneros. Sus ojos, antes tan brillantes, ahora se habían vuelto grises, como si el odio hubiera consumido toda su luz.
Los prisioneros, encadenados y aterrorizados, observaban a Ryeowook con una mezcla de miedo y confusión. Su rostro, antes tan delicado y hermoso, ahora refleja una oscuridad implacable.
Ryeowook se acercó a Jungkook, su mirada era un torbellino de odio y desesperación.
"Tú," dijo Ryeowook, su voz era un susurro de venganza. "Tú me hiciste creer que me amabas."
Jungkook, humillado y atormentado por la culpa, solo pudo mirar a Ryeowook con los ojos llenos de lágrimas.
"Ryeowook, por favor, perdóname," dijo Jungkook, su voz era un susurro de desesperación. "Yo no quería hacerte daño."
Ryeowook asintió con la cabeza, sus ojos fijos en Jungkook. De repente, un cambio se apoderó de él. Su mirada se volvió fría y vacía.
"No me quieres, Jungkook," dijo Ryeowook, su voz era un susurro de indiferencia. "Y yo no te quiero a ti."
Con un movimiento rápido, desató las cadenas de Jungkook. Él, atónito, solo pudo mirarlo con los ojos llenos de confusión.
"Vete," dijo Ryeowook, su voz era un susurro de despedida. "Vete antes de que yo cambie de idea."
Jungkook se quedó en silencio un momento, luego se giró y corrió fuera de la celda.
Ryeowook se volvió hacia los otros prisioneros. Su mirada era un torbellino de odio y desesperación.
"Todos ustedes," dijo Ryeowook, su voz era un susurro de venganza. "Todos ustedes me hicieron sufrir."
Con un gesto de desprecio, desató las cadenas de todos.
"Vayanse," dijo Ryeowook, su voz era un susurro de indiferencia. "Vayanse y no vuelvan a mirarme a la cara nunca más."
Los prisioneros, atónitos y aterrorizados, se levantaron de sus cadenas y corrieron fuera de la mansión.
Ryeowook se quedó solo en la mansión, su corazón lleno de odio y venganza.
El susurro del corazón de Ryeowook se había convertido en un grito de desesperación, un grito que resonaba en el alma de todos, un grito que cambiaría su destino para siempre.