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Diez minutos más tarde.
Liu Ruyan retiró el Talismán Insonorizado y luego guió a Li Qianfan fuera de la habitación. Ella seguía envuelta en una túnica negra, ocultando completamente su rostro en la oscuridad, mientras Li Qianfan permanecía inexpresivo y con la mirada vacía, pareciendo un completo tonto.
En ese momento, A'hua, Gato Gordo, Wu Lang y otros estaban charlando en el patio.
Cuando Gato Gordo vio salir a Li Qianfan, la sonrisa en su rostro desapareció inmediatamente y una mirada feroz brilló en sus ojos mientras preguntaba impaciente —Segunda Hermana Mayor, ¿puedo matar a este bastardo ahora?
—¡No! —Liu Ruyan se negó sin ninguna vacilación.
—¿Por qué? —Al escuchar esto, Gato Gordo quedó repentinamente atónito, y la sorpresa que no podía ocultar brilló en sus ojos—. Este hijo de puta mató a mi hermano, ¿por qué no puedo matarlo? ¿Estás intentando proteger al que ha matado gente de nuestra Secta de los Diez Mil Talismanes?
