—¿Maldición por fantasmas y espíritus? —Al oír esta frase, Li Qianfan estaba completamente desconcertado; nunca había oído nada sobre maldiciones de fantasmas y espíritus.
—Sí, nuestro Pueblo Coco ha sido maldecido por fantasmas y espíritus. Hace algún tiempo, una persona muy hábil vino a nuestro pueblo y dijo que, para romper la maldición de los fantasmas y espíritus, debíamos utilizar técnicas taoístas. Nuestro jefe de la aldea está preocupado por dónde encontrar a alguien competente en las artes taoístas, y luego apareciste tú.
—¡Parece que el destino realmente tiene sus designios! —Li Qian suspiró.
Sin embargo, en ese momento, Li Qianfan estaba totalmente confundido. No pudo evitar preguntar:
—¿Puede decirme, con qué exactamente maldijeron los fantasmas y espíritus a su Pueblo Coco?