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—¡Así que esto es lo que se siente al tocar a un hombre! —Para Xue Siqi era la primera vez que tocaba a un hombre, e instantáneamente fue como abrir la puerta a un nuevo mundo. Al principio, pensó que acomodar a un hombre de tal manera le resultaría asqueroso y repulsivo, pero cuando finalmente lo tomó, no sintió asco en absoluto. En cambio, había una sensación inexplicable en su corazón.
Su corazón se aceleró, y su garganta se secó de forma inexplicable.
—¿Qué tal, no estoy muy impresionante? —Li Qianfan miró a Xue Siqi, alzando una ceja al hablar.
—Pervertido —murmuró ella por lo bajo, avergonzada.
Sin embargo, Li Qianfan no se lo tomó a pecho, simplemente sonrió levemente antes de decir:
—Entonces, empecemos. Se está haciendo tarde y después de demostrar mis habilidades, tendremos que volver a la escuela.
Xue Siqi murmuró suavemente, y luego comenzó a imitar a Yue Yuanyuan y Feng Xiaorou mientras atendía a Li Qianfan.
¡Su técnica era increíblemente torpe!
