```
—¿Pero qué diablos? —Li Qianfan no había esperado que esta chica tuviera un temperamento tan volátil, el simple hecho de mirarla dos veces la hizo maldecir vehementemente. Si no quieres que te miren, ¿por qué sales en absoluto?
—Te estoy preguntando, ¿por qué me estás mirando? —Xue Siqi caminó hacia Li Qianfan, lo miró fijamente con los ojos muy abiertos y escupió con fiereza—. ¿Acaso no puedes hablar?
—Si no me hubieras estado mirando, ¿cómo sabrías que te estaba mirando? —Li Qianfan no estaba dispuesto a complacer a Xue Siqi y replicó con calma.
—Fue mi amiga la que te estaba mirando, y ella me lo dijo —dijo Xue Siqi, con las manos en las caderas y de manera muy asertiva.
—Bueno, si estaba mirando a tu amiga y no a ti, además, ¿qué prueba tienes de que te estaba mirando? —Li Qianfan se burló fríamente y dijo: