—¿Ves? Te lo dije, ¡la tía está espiando otra vez! —susurró Li Qianfan al oído de Yu Xian con voz muy baja.
—Ay, parece que realmente está demasiado preocupada por mí —Yu Xian suspiró suavemente y cayó en sus pensamientos. Después de un momento, de repente pensó en algo y dijo:
— Qianfan, probemos el método que acabas de mencionar. Espero que, después de esto, mi mamá pueda estar tranquila y dejar de preocuparse tanto por mí.
—De acuerdo, entonces sigue mi ejemplo —asintió Li Qianfan.
Esta vez, Yu Xian no habló pero miró fijamente a Li Qianfan.
—Cariño, hace mucho tiempo que no lo hacemos, hagámoslo una vez —dijo Li Qianfan.
Al escuchar esto, al principio Yu Xian se sobresaltó, recordando que su madre estaba justo afuera de la puerta; sus mejillas se calentaron inmediatamente. Sin embargo, como necesitaba actuar para lidiar con su madre, solo pudo armarse de valor y decir:
— Entonces sé gentil, no despiertes a mi mamá.
—No te preocupes, seré gentil —respondió Li Qianfan.
