—¡Atónita! —Cuando sus labios se encontraron, Yu Xian se quedó instantáneamente atónita. Nunca se había imaginado que la recompensa de Li Qianfan sería un beso forzado.
Esto era simplemente vandalismo.
Especialmente cuando sintió que la lengua de Li Qianfan entraba en su boca, Yu Xian comenzó subconscientemente a resistirse, emitiendo ruidos sofocados mientras sus manos empujaban a Li Qianfan.
Sin embargo, su débil fuerza era como hacerle cosquillas a Li Qianfan, que estaba en el quinto nivel del Reino de Refinación de Qi, y no lo perturbaba en lo más mínimo.
—Mmm mmm mmm... —Cuando sus lenguas se enredaron, Yu Xian se sintió aún más aterrada, sus puños lloviendo sobre el pecho de Li Qianfan como gotas de lluvia.
Ante la resistencia de Yu Xian, Li Qianfan no le prestó atención y continuó besándola apasionadamente.