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Aunque separados por una camisa y un sostén, los orgullosos picos nevados seguían siendo suaves al tacto debido al abrasador día de verano.
—Ah… Esto es la oficina, Xiao Fan, no hagas esto.
El cuerpo de Lin Yiren hormigueaba, y estaba a punto de empujar a Li Qianfan.
Sin embargo, Li Qianfan sostuvo a Lin Yiren firmemente y dijo:
—Hermana Yiren, ¿de qué tienes miedo? Las ventanas de tu oficina son unidireccionales, puedes ver desde adentro hacia afuera, pero no al revés. Mientras no hagamos ruido, nadie afuera sabrá...
En ese momento, Li Qianfan de repente cerró la boca, como si hubiera dicho algo indebido.
Lin Yiren reaccionó rápido también. Al oír a Li Qianfan mencionar el "cristal unidireccional", su expresión de repente se volvió seria, especialmente cuando vio a Li Qianfan cerrar abruptamente la boca. Ella se dio cuenta instantáneamente de algo y rápidamente quitó las gafas de sol del rostro de Li Qianfan.
Sus ojos parpadearon, rebosantes de un brillo "sabio".