—¡Ss!
Una cálida sensación de restricción lo envolvió, provocando que Li Qianfan tomara un suspiro profundo y cerrara los ojos cómodamente. Esa sensación de hormigueo y adormecimiento lo hizo sentir como si se hubiera sumergido en las aguas heladas de un manantial, apagando rápidamente el fuego lujurioso dentro de él.
Mientras Lin Yiren tomaba a Li Qianfan en su boca, levantó suavemente la cabeza para mirar. Al ver la expresión de placer de Li Qianfan, pareció inmensamente animada, y sus esfuerzos se redoblaron.
Pronto, la habitación se quedó en silencio, aunque ocasionalmente, gemidos escapaban de la boca de Lin Yiren.
Li Qianfan miró hacia abajo y al ver la boca abultada de Lin Yiren, sintió una oleada de emoción, pero aún más, una profunda sensación de satisfacción. En sus sueños más locos, nunca había imaginado que una mujer orgullosa y rica como Lin Yiren se arrodillaría para realizarle tal acto, un acto que seguramente sería la envidia de muchos.